Reconquistando tú amor -BSD especial de San Valentin-

9 de Febrero

El pelirrojo se removió, se sentía mal, se iba a sentar, pero Atsushi se había abrazado a él como un koala a un árbol.

La luz del sol entraba por la ventana y hacía que cerrara los ojos, vio la hora en el reloj... las 10:00.

Movió a Atsushi que se quejó y enterró el rostro en el cuerpo del otro con tal de taparse de la luz y no despertar, sin embargo, abrió los ojos.

- ¿Qué paso? -dijo el albino y volteo a la recamara- ¿cómo llegue aquí?

- ¿Estas bien? -dijo el pelirrojo sin saber si estar preocupado o divertido, él ya estaba más que acostumbrado a los efectos posteriores de alcohol en exceso.

-Yo ugh no -dijo tapándose el rostro- no soporto la luz... y no recuerdo nada de lo que paso anoche.

El pelirrojo se liberó del agarre del albino, a lo que este se quejó, sin embargo, solo corrió las cortinas para que no entrara ni un rayo de luz, volvió a la cama los tapo a ambos y se acostó, viendo al albino.

-Esto es como una iniciación -dijo el pelirrojo riendo.

- ¿De qué? -pregunto el albino confundido.

El pelirrojo rio.

-Es tu primera resaca ¿no es cierto?

-No lo sé... nunca me había sentido así... me siento mal.

-Déjame adivinar... malestar, pesadez, dolor de cabeza, náuseas, sensibilidad a la luz, y aun no te das cuenta, pero también al sonido, mareos y vas a estar muuuy cansado -dijo medio con burla.

El albino enterró el rostro en la almohada.

-Moriré, me siento muy mal.

-No morirás, vamos, si comes algo te sentirás mejor.

-No me quiero mover, vomitare...

Chuuya sonrió, aunque debía admitir que él también se sentía muy mal, pero también se sentía responsable y es que lo era, la primera borrachera de Atsushi y se había embriagado hasta la inconciencia, literalmente.

Vamos -dijo levantándose- te ayudo.

-Voy a vomitar.

-No vas a vomitar -le trato de animar el pelirrojo.

En ese momento el albino se levantó corriendo y se metió al baño.

Chuuya escucho las arcadas del chico.

-O tal vez si -dijo ya algo apenado, aunque según recordaba en su juventud había acabado hasta en el hospital por el alcohol, eso sí sabía que no le quería enseñar eso al albino.

El albino, salió del baño, lucia pálido y algo mal sin embargo sonrió.

- ¿Vamos a desayunar?

- ¿Nos cambiamos?

-No quiero -dijo el albino, lucia algo mal.

-Bien vámonos así.

-Vamos.

Chuuya logro arreglar un poco a Atsushi y parecía que se había cambiado para el día.

Salieron y el albino verdaderamente se sentía mal.

Escucharon voces en el pasillo donde darían vuelta, pero no le prestaron atención.

-Te digo que deberíamos ir a tocar -dijo una vez que dejo al albino plantado casi para dar la vuelta.

- ¿Atsushi? ¿tal mal te sientes? -pregunto el pelirrojo sin entender.

-Yo...

-Y yo ya te dije que no haremos eso... dios así no me sorprenden sus problemas.