¡Listo! ya esta revisado... perdón si tenia muchos errores, y agregue escenas que estaba segura que había puesto ¡muchas gracias!
Ese día al albino le despertó una pesadilla.
Despertó sobresaltado y con los ojos llenos de lágrimas, sin embargo, no quiso despertar a Chuuya, bajo de la cama se lavo la cara, cambio sus ropas, se abrigo, ya que hacia mucho fresco y salió.
Salió del hotel y camino, las personas del personal ya estaban ahí, y se ocupaban de sus cosas, Atsushi estaba seguro que lucían preocupados, pero se convenció de que trataban solo de imaginaciones suyas.
Apenas estaba amaneciendo, y fue a la playa por primera vez en esos días para caminar.
Ya ahí se quito los zapatos y remojo sus pies en la arena, sonrió ante el tacto y el agua, vio el paisaje, tan infinito y hermoso, detrás de él la naturaleza y lo sonidos de animales.
-Son solo pesadillas... sigues detrás de mí, lo sé, pero son pesadillas ¿no? -dijo volteo... como siempre ahí estaba el director- padre...
El director se le quedó viendo... esos ojos que el albino aseguraba que no podía imaginar, sin embargo, casi sentía que podía ver la alegría en estos cuando le llamaba por un apodo paternal.
-Es hermoso ¿no? Simplemente hermoso, la vista, las personas -sonrió- a pesar de todo es un mundo hermoso ¿cierto? Aunque... aun seas uno de los protagonistas de mis pesadillas...
Suspiro y respiro el aire salino, se relajó, dejo ir el mundo de sus sueños, y sonrió mientras veía el sol salir... no se sentía tan mal después de todo ¿cierto?
Fue en ese momento cuando escucho un llanto.
Se dio la vuelta regreso y se volvió a colocar su calzado, busco con la vista, pero solo escuchaba el llanto.
Activo su oído de tire y siguió sus instintos, llego a unas plantas crecidas y las movió, ahí encontró al origen del llanto.
Era una niña de unos 4 o 5 años que lo volteo a ver cubría algo con su cuerpo.
-Hola nena -dijo agachándose a su lado- ¿Me entiendes? -pregunto dulcemente mientras se acercaba a ella.
-Si -dijo la niña suavemente y con la voz afectada por el llanto.
- ¿Qué tienes ahí? ¿Estas lastimada? -pregunto el chico.
-No -la niña sollozaba ente hipidos- es mi niña...
El albino se confundió.
- ¿Tu niña?
Vio entonces salir de entre los brazos de la niña una gatita negra con los ojos azules y botitas blancas en sus cuatro patas.
El chico sonrió.
-Oh, tu niña... tu eres como su mamá ¿no?
La niña asintió.
-Si yo la cuido.
-O ya veo... mmm hablando de eso ¿y tu mamá? Debe estar tan preocupada como tú por la gatita.
-No sé dónde está, tampoco papá -dijo la niña volviendo a llorar- Kyrinnia se me escapo, la perseguí y cuando me di cuenta me había perdido.
La niña volvió a llorar.
-Oye, no, yo... ¿Me puedo acercar? -pregunto dulcemente el chico.
-Aja.
El chico se acercó, se dio cuenta de que la niña estaba muy fría y solo llevaba un vestido color mamey.
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Reconquistando tú amor -BSD especial de San Valentin-
HumorCuando la Agencia y la mafia hicieron acuerdos de paz, parejas surgieron insospechadamente, sin embargo, unos días antes de San Valentín hay ciertas peleas que causan que Chuuya y Atsushi quieran olvidarse de todo un rato, y viajen a una isla durant...