[ ᴅᴀʙɪ // ᴏɴᴇ sʜᴏᴛs ]

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In another life

Mi quirk podía llegar a ser un poco complicado. No solía usarlo, puesto que lo considero un tanto peligroso para mi. Seguramente se preguntarán cuál es, bueno, mi don es cambiar de realidad, las pocas veces que lo he usado, logré estar en el tipo de realidad que yo deseaba, pero ni siquiera yo comprendía por completo cómo funcionaba y la verdad es que me daba miedo arriesgarme más de lo necesario, ¿ qué tal si en una de esas quedaba atrapada y no podría volver a mi vida normal ?

Era una angustia que me acompañaba diariamente. No soy una heroína ni tampoco una villana, solo soy una ciudadana que prefirió tener una vida normal. Sin embargo, por azares del destino, coincidencia...o como quieran llamarle, conocí a Dabi y actualmente mantenemos una relación sentimental. Si, se que es un tanto extraño, pero incluso cuando nos conocimos fue un momento bastante bizarro que nos gusta recordar.

En este instante me encuentro acostada en un lado suyo, pero el ya estaba profundamente dormido. Miraba al techo en espera a que el sueño me venciera, pero ya tenía un buen rato sin tener éxito. Decidí ponerme a contar ovejas, que creo que eso fue lo que estaba funcionando bien, contaba en mi mente hasta que me quedé profundamente dormida.

Podría jurar que sentí como si la noche no hubiera durado nada. De pronto los rayos del sol empezaron a molestarme, causando que fuera abriendo los ojos lentamente. Me giré para ver si Dabi había despertado y darle los buenos días, pero el otro lado de la cama estaba totalmente vacío. Con algo de confusión me puse de pie y observé la habitación, este no era mi hogar. El color de las paredes era distinto al igual que la textura de estas, miré la sábana que cubría mi cuerpo y al tocarla me di cuenta que era de seda, aún confundida me puse de pie y decidí seguir inspeccionando.

Estando parada frente a la cama me di cuenta de que esta era matrimonial, se veía algo...¿ elegante ? Honestamente los muebles y el decorado de la habitación completa eran hermosos. Había un tocador bastante grande para lo que yo estaba acostumbrada, abrí uno que otro cajón encontrándome con collares de apariencia fina, en otros había perfumes, maquillaje, cosas así. Lo más probable era que estuviera en la casa de mi otra yo. Cerré los cajones del tocador y me dirigí al enorme closet, abrí las puertas y era como otra habitación, había demasiada ropa, vestidos, blusas, diversos pares de zapatos y juegos de bolsas, los cuales eran muy lindos. Pero, al seguir indagando en el closet noté algo que llamó bastante mi atención, había ropa de hombre. ¿ Yo vivía con alguien más aquí ? ¿ sería algún novio o prometido ?

Antes de seguir analizando el resto de la casa, decidí ir a tomar una ducha. Cuando llegué al baño casi se me cae la quijada hasta el suelo. Este tenía una tina preciosa y todo se veía tan divino. No se que clase de vida tendría mi otra yo pero me dió envidia. Dejé de lado esos pensamientos y me dediqué a bañarme, una vez que terminé, salí envuelta en una toalla y regresé al closet para escoger que ponerme. Toda la ropa para mi era de colores pasteles y alegres, en mi realidad yo no solía usar este tipo de prendas, pero no me molestaba. Además no era como si tuviera otra opción.