Cap 07: Motivos inciertos

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En cuanto la noticia de lo ocurrido en el pueblo y las muertes que hubo en el caos de la huida, Jiang Cheng tomó una decisión. Ciertamente, los daños materiales eran muchos, pero recuperables, los de las personas no. La barrera de Yunmeng Jiang que había sido destruida en el asedio de los Wen hace más de 15 años y recuperada 7 años atrás con esfuerzo, podría proteger a la gente dentro de la secta del ataque. Si era inminente que ese monstruo llegará a sus puertas, Jiang Cheng estaba seguro de que lo esperaría con todo su poder.

La logística del traslado de la población se ejecutó en el resto de la tarde, después de que Wei Wuxian y Lan Zhan se movieran a Gusu Lan para revisar otros documentos de la biblioteca ahora con la información contrastada por él y Luo Qingyang. Sin embargo, la sensación que quedó tras esa discusión lo dejó con una amargura en su garganta.

—¿Sigue preocupado por el amo Wei? —preguntó Qingyang, tras acomodar algunos de los libros en el escritorio después de haber sido usados. El pequeño XiChen dibujaba cosas en hojas vacías, junto a la pequeña Qing, entretenidos en ese ejercicio.

—Ya me acostumbré a la idea de que siempre morirá antes que yo por imbécil —dijo con desdén, aun cuando terminaba de anotar las provisiones que se necesitaban para albergar a todas esas personas dentro de Yunmeng Jiang.

Pronto se dio cuenta de lo que dijo cuando ambos niños levantaron sus ojos hacia él. Había olvidado que tenía visitas. Luo Qingyang carraspeó con diversión.

—Al menos tiene a HanGuang-Ju al lado. Parece que toma muy en cuenta su opinión.

—La única, hasta cierto punto. —Se apartó de los papeles para acariciar su frente—. Pero si no encontramos otra manera, seguro lo hará.

—No nos preocupemos por lo que aún no ha pasado —sugirió ella tras recoger todo lo que pudo, pues los niños seguían jugando. Incluso XiChen-er dibujaba bolas con bastante atención—. ¿El pequeño niño que ha estado con usted todo este tiempo es Zewu-Jun?

Ante su nombre, XiChen-er levantó los ojos y sonrió con picardía. Jiang Cheng pasó su mano en la nuca.

—No puedo negarlo, dama Luo, muy observadora.

—No ha sido difícil de adivinar después de verlo en brazos del maestro Lan QiRen y todo el cuidado que le ha dedicado. ¿Puede contarme cómo ocurrió?

—No lo tengo claro, pero estaba este sello en la piedra que él golpeó en medio de la batalla —tomó la hoja entre el cúmulo que tenía bajo la lista y se la entregó—. Un viejo artilugio capaz de cumplir el deseo de la gente, pero ¿qué deseo podría ser para que Zewu-Jun apareciera como un niño?

—El deseo que cumple el artilugio no es exactamente el que pide el afectado. Es lo que el artilugio considera que podrá cumplirlo y suele estar lejos de lo que desea en realidad.

—Para estar lejos yo lo veo desempeñando muy bien el papel de pequeño bebé caprichoso —enarcó la ceja y Luo Qingyang rio divertida. XiChen-er también se sonrió.

XiChen-er se levantó, dejó caer la tiza de su mano y fue con su hoja rayada hasta donde estaba Jiang Cheng. La puso arrugada entre las piernas del adulto y luego inclinó su cabeza apoyándose allí y emitiendo miradas consentidas. Qué fácil era quitar el ceño habitual del Jiang así.

—Esperemos que todo cambie para cuando derrotemos a este ente y Zewu-Jun vuelva a la normalidad.

—Por el bien de Gusu Lan, eso espero —acarició el pelo del niño y este cerró los ojos con felicidad.

Después de un rato más, envió las comunicaciones, entregó la lista de provisiones y despidió a Luo Qingyang junto a su hija mientras terminaba de redactar algunas misivas. El niño siguió rayando y dejando hojas rayadas a su alrededor, con mucho entusiasmo. Cuando Jiang Cheng quiso poner un poco de orden al desastre que estaba formando el pequeño XiChen-er, se percató que era momento de darle cambio a la ropa. Le encargó el trabajo a su sierva y recogió las hojas mientras preparaban al niño para el baño que tendría que darle él, porque no había manera de que se dejara de otra persona.

Xiongzhang, por favor, vuelve (MDZS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora