Las 7 tragedias (Giyutan) (reescribiendo)

Capítulo 7. El Profesor, El Vecino Y El Problema

Nezuko kamado se dio cuenta que había olvidado su cuaderno donde había hecho la tarea aún está cerca de su casa en realidad solo estaba a unos cuantos metros de ella, le dijo a sus hermanos que los alcanzaba en la escuela que se adelantarán mientras ella regresaba a su casa por su libreta que la había olvidado por las prisas.
Rápidamente corrió a su casa con toda la velocidad que pudo ya que estaba subiendo así que realizaba más fuerza Cuando llegó a la entrada de la panadería logró escucha la dichosa presentación de su nuevo vecino
-si me mude alado de usted, mucho gusto mi nombre es Tomioka Giyuu - dijo colocando el dinero sobre el mostrador con una cara seria y una voz muy tranquila, cuando la campana sonó kie y Giyuu regresaron a mirar a la puerta mientras que nezuko se congeló ya que el nombre "Giyuu" lo había escucha de su hermano mayor cuando estaba durmiendo, regresó a ver rápidamente a aquel joven que se encontraba frente a su madre, un joven atractivo, alto y por donde lo miraras tenía un cuerpo formido, los ojos eran como la misma profundidad oscura del mar, un azul oscuro y sin brillos alguno, nezuko sólo despertó por el llamado de su madre que le preguntaba que había pasado, rápidamente reacción disculpándose y le contestó a su madre que había olvidado su cuaderno para empezar a correr hacia su habitación por su dichoso cuaderno, tomó cuaderno sin embargo sabía que su hermano no conocía a tomioka Giyuu por qué el acaba de llegar, fue cuando recordó el libro de anoche y la libre de dibujo de su hermano corrió rápido a su cuarto cuando abrió aquel libro grande de color oscuro como la noche y lo hojeo se dio cuenta que no había nada, las hojas que a noche tenían textos y las imágenes que perturba la cabeza de su hermano mayor no estaban estaban toda en blanco, esto lo comprendía nezuko hojeaba rápidamente cada hoja y no había nada lo hacía mientras se apoyaba de rodilla en el suelo y contra la cama el libro sin embargo nada cambia su rostro reflejaba que algo estaba mal... Tomó rápidamente el cuaderno de dibujo y lo hojeaba para encontrar la silueta de aquel joven de sus sueños de tanjiro, aquel joven que no recordaba su rostro ni su nombre, él sufría por qué decía que con forme abría los ojos todo las escenas del rostro de aquel joven se ponían borrosas y su nombre se distrocionaban algo le impedía recordarlo, cuando de repente hasta que por fin encontró ese retrato a medias, era el mismo, ella juraba que era el mismo, de cuerpo era idéntico, su cabellera también, sólo necesitaba ella misma terminar el dibujo, observó su celular por el tiempo, tomó los tres libros y comenzó a correr de la habitación bajando las escaleras para salir rápidamente a la escuela, pensaba que tal vez si ella terminaba el retrato de Giyuu, tanjiro podría recordarlo y así al menos le quitaría un sufrimiento que cargaba.

Nezuko entró a su respectivo salón antes que tocarán el timbre que anunciaba el inicio de las jornadas de trabajo, nezuko tenía clases de historia con el profesor Sanemi sabía que ahí no podía avanzar en el retrato de su vecino nuevo y no quería levantar sospechas o que alguien la mirara dibujarlo podría meterse en problemas, coloco los libros en su pupitre para empezar a guardar su libreta de tareas y la libre de dibujo sin embargo se dio cuenta que le faltaba un libro, el dicho libro oscuro empezó a buscarlo como se le podía a ver perdido algo de ese tamaño pero sabía que no pasaba aunque aparentara que si, cuando estaba dispuesta a retroceder sus pasos entró el maestro de historia el dichoso maestro de carácter estricto, nezuko optó por esperar el receso y orar que nadie se encuentre el libro, cuando se sentó en su pupitre y regreso a ver por la ventana por ella pudo ver en el estacionamiento a su venicino hablando con el guardia que se encargaba de la entrada y más adelante de ellos estaba ese dichoso libro, nezuko se golpeó la cabeza con la palma de la mana y entre sus adentros se regañaba diciendo quien se le cae ese tipo de libros aunque su alivio era que al menos no era un libro normal estaba apuntó de levantarse cuando observó antes de hacer como su nuevo vecino recogía ese libro y observarlo, por lo que noto nezuko cuando Giyuu se descolgó la mochila que traía en la espalda para guardar el dichoso libro pero cuando Giyuu lo guardo este soltó un ligero brillo sin que el lo notará, nezuko se tomó de su cabello jalando lo sabía que el libro iría directamente a la dirección como un objeto perdido pero tenía más miedo a que lo revisaran y en ese momento apareciera aquel texto, sabía a la perfección que ese libro no era un libro normal, estaba tan perdida en lo del libro que su profesor se percató
-señorita Kamado, ¿se encuentra bien? - dijo el profesor de historia, el salón completo sabía que si kamado Nezuko se distraía era algo de que preocuparse pues nunca le habían llamado la atención a lo que nezuko solo se disculpo volviendo a colocar su atención a la clase pero su mente seguí atormenta por el libro en manos de Giyuu, ya que el salía en el sueño y por ende estaba en ese libro, a nezuko no le estaba gustando dicha situación tan de repente algo tenian que ver su hermano y su nuevo vecino, por cierto ¿ el vecino? , la mente de nezuko se puso a pensar la razon del por que el vecino se encontraba en la escuela según lo que había escuchado es que se mudaba solo y dudaba que tuviera hijos ya que no había escuchado los típicos ruidos de niños o sus pequeñas risas por esto y mejor que nadie Nezuko sabia que no habia alguien de su edad en la casa de alado, las horas para Nezuko pasaron como las gotas del agua escapando de un fregadero en mal estado o que no se puede cerrar completamente bien, sentia que escuchaba claramente el sonido del reloj hacer tik tak tik tak justo en su oido, sentia como si alguien le colocara el reloj en su oído para que la torturara este mas pero era asi, era su desesperación por pensar en el libro y no tenia mucho que ya habia intentado ir dos veces por el con la excusa de ir al dichoso baño, sin embargo a tenido mala suerte de encontrarse con el profesor que le tocaba cada siguiente hora, si había elegido mal los tiempos para los permisos y ir por el dichoso, así que espero para el descanso aunque la espera fuera alga y tortuosa para ella.