4.

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NOTA DE LA TRADUCTORA:

Wowowow este capítulo??? DIOS LO AME, hasta ahora creo que es el que más me ha gustado traducir, e incluso me hizo sentir por un momento como si estuviera traduciendo nuevamente el fanfic "accelerate" por la manera tan increíble de manifestar los sentimientos de los personajes.

Realmente espero que se haya demostrado lo tanto que me encanto traducir este capitulo, sin duda ando intentando hacerlo con más frecuencia para no perder la costumbre.

Nada más que decir, solo pónganse cómodos y disfruten de lo que se viene. <3

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"¿Qué tal esto? ¿A ella le gustaría?"

"No lo sé George, Sabe leer?"

"Honestamente no sé", dice George, mientras mira un libro con un gran patito en el. Se encontraban en una librería, terminando algunas compras navideñas y George estaba tratando de encontrar algo para su hermana pequeña.

"¿Qué edad tiene?...Seis? Esto podría pasar como un nuevo cuento para dormir o puede utilizarlo para aprender", afirma Clay. Por lo que George solo lo mira un momento más y deja el libro en su sitio, logrando que su amigo se queje muy fuerte.

"Lo siento! Es sólo que no sé qué regalarle", explicó. Igualmente George no podía culpar a Clay por estar frustrado, ya había rechazado numerosas muñecas, camiones y juguetes para ella y apenas había pasado una hora.

"Mira-" Clay aprieta un pequeño peluche de tiburón en sus manos. "Me dijiste que le gustan los animales marinos, ¿verdad? Boom. Un animal de peluche. Los niños se vuelven locos por esas cosas". George observa a su amigo dar un sorbo a su bebida con las cejas en alto.

Rayos, era perfecto para Mary.

"Supongo-" George empieza diciendo pero su teléfono suena, ganándose las miradas de las personas que leen en las sillas a unos metros de distancia. Contesta y se oye la voz suplicante de su madre.

"¡Oh! George, please regresa a casa pronto, por favor. Los gemelos no pueden decorar las galletas sin hacer un desastre y quieren que se les lleve afuera", Clay se inclina hacia él para escuchar mejor la llamada telefónica y algo en él se revuelve.

"Sí, enseguida vamos", responde George, que ya se acercaba a la caja registradora. "¿Qué vas a hacer con las galletas entonces?"

Su madre suspira. "¿Quieren tú y Clay terminar de hacerlo? Tu padre aún no está en casa para ayudar, por lo que voy a tener que llevar a los gemelos calle arriba a casa de la señora Dean". La Sra. Dean era la vecina quien también tenía hijos revoltosos y, que cuando la cosa se descontrolaba, su madre se dirigía a casa de ella para que sus hijos jugaran entre ellos.

"Uh, seguro? Yo creo que si".

"¡Genial! Muchas gracias". Su madre cuelga antes de que George pudiera siquiera cambiar de planes con ella, de manera que los chicos son dejados mirando la pantalla en negro.

"¿Te interesa decorar galletas?" le pregunta George a su amigo. Clay se encoge de hombros y asiente, ¿qué otra cosa podía decir? ¿No? Estaban un poco obligados a terminarlas antes de que llegara el resto de la familia de George.

La tensión entre ellos se había relajado bastante cuando Clay volvió a hablar con él aquella mañana con una tostada y una dulce sonrisa. Fue un extraño intento de arreglar las cosas sin decir realmente lo que había pasado, pero George le felicitó por dejar de tratarle con frialdad. Lo único que importaba era que Clay volvió a ser él mismo, George terminó sus compras navideñas y que los dos volvieron a ser los amigos que siempre han sido.

Chasing SnowflakesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora