13. Ray.

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Ella dejó escapar un sonido ahogado proveniente de su garganta, casi como un feroz gruñido por la frustración que tenía luego de investigar y no hallar nada más que información sin sentido.

- ¡Cielos! - Exclamaba ella con desesperación notable en su voz - ¿Este chico qué es?. Parece que no existe.

Y tenía razón, ni un solo rastro de su presencia por ninguna página. Así que optó por dejar de investigar un rato, ella sentía que mientras más negativa y cansada esté, más difícil va a ser encontrar alguna data buena con esos ánimos.

Decidió dominar el sueño ya que no había nada más para hacer, acostándose en la cama de un solo salto, haciendo de la madera del colchón chillar un poco por el peso que cargaba inesperadamente esta.
Ella relajó sus ojos tratando de reconciliar el sueño, pero no lo obtuvo tan fácil, por la razón de que su teléfono vibró una sola vez.

La joven seguiría acostada sin tener pena de dejar a aquella persona sin leer por unas cuantas horas, pero esta vez, sentía una corazonada mientras la curiosidad aumentaba.
Dejando escapar un soplido lleno de pereza, se levantó a las malas y tomó el teléfono entre sus manos.

Era un mensaje de Peter Ratri, la citaba para el próximo lunes y ello la traía con meros mareos de confusión.

¿La tortura no acabaría?.

Quedó tan fundida en sus pensamientos que le costó salir de ellos aún si el de mechón rojizo abría entusiasmado la puerta de entrada y acto seguido, exclamaba.

— ¡No sabes lo que hice con mis padres! — Hablaba con un tono lleno de felicidad.

La contraria soltó un soplido para dejar escapar la mala frustración por los poros de su piel — ¿Acampaste?.

— Nop, ¡Escalamos una montaña!.

La fémina solo levantó sus pulgares y lo felicitó con la voz algo seca — ¡Felicidades!. Escalas cuando tienes que estar rindiendo.

El joven que hasta momentos estaba orgulloso de su halago, cambió su aura por vergüenza y enojo. Le iba a reclamar tal comentario, pero vio como ella tenía unas notables ojeras bajo sus destacables ojos. Dio un paso hacia delante dejando caer su bolso al suelo, y próximamente, siguió caminando hasta apoyar cálidamente las palmas de sus manos en los hombros de aquella.

— ¿Qué te sucedió? — Cuestionaba demandante el muchacho — ¡Parece que no dormiste en días!.

La voz femenina del lugar no tardó en responder, destapando la verdad — Es cierto. Estuve buscando en Internet a un ex amigo y no obtuve información en... — Ella quedó pensando cuándo inició su búsqueda en la computadora — Unas, ¿catorce horas?.

— Eres torpe, eh.

La joven cambiaba su rostro a uno ofensivo y frustrado. No le agradaba ese tipo de comentarios, pero viniendo de aquel, sabía que no era más que sarcasmo.

— ¿A qué "ex amigo" buscas? — Retomaba la palabra el de ojos rojos, con una mirada que delataba coqueteo y seducción — Que te puedo ayudar a rastrearlo. Acosadora.

La última palabra fue como un despertador en sus oídos. Levantó su brazo y le aventó una colleja sin intenciones de lastimarlo demasiado, fue algo suave pero con intensiones de dejarle una marca rojiza y una picazón en la nuca  por aquel golpe.

— Bien merecido — Agregó ella en dirección a su computadora, nuevamente.

Era cierto que aquella quería dominar el sueño, pero la charla con el de mechón rojizo le sirvió tanto como si tuviera la similitud de arrojarse un balde de agua al rostro.
Prendió el aparato e introdujo su contraseña, dejando a la vista las páginas que anteriormente había dejado abiertas.

I ᗯᗩᖇᑎᗴᗪ YOᑌ | En Pausa ▶️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora