You are my soulmate - winrina

01

Winter's pov.

Con el sonido de la campana caminé dando saltitos hasta la sala donde se daría la próxima clase. Al llegar, diviso un cúmulo de personas hablando con interés. Tras ver a mi amiga, me acerco interesada.

—¡Buenas! ¿Qué es este alboroto, Ningning?

— ¡Winter, qué bueno que llegas! ¡Se rumorea que hay un alfa en nuestra escuela! —dice con entusiasmo. Siempre era de las primeras personas en enterarse de los rumores.

Me sorprendí un poco, abriendo la boca y los ojos exageradamente. No había visto alfas hasta el momento.

— ¿Eh? ¿Te refieres a ESA clase de alfa? ¿Un alfa alfa? —cuestioné incrédula. Se me hacía difícil procesar la información.

— ¡Claro que hablo de esa clase de alfa! —respondió Ningning sonriente, igual de impresionada que yo.

— No puede ser... —todavía no lo creía. No tenía sentido.

— Es verdad, me lo dijo una Unnie ayer. —Ningning se mantenía firme.

— ¿Por qué hay un alfa en una escuela normal como esta? Los alfas solo van a escuelas designadas para alfas, en esta escuela solo vienen omegas y betas. —hablé un poco preocupada.

Lo cierto es que los alfas podrían atentar contra omegas bajo la influencia de las feromonas que emiten los omegas durante el celo, por lo que para prevenir esto, los alfas y omegas van a escuelas distintas.

— Eso es cierto... —murmuró Ningning. — ¿Entonces, qué quería decir Unnie? —llevó una mano a su mentón, apoyándose en esta.

— ¿Y si solo quería molestarte? —suspiré.

— Ningning parece crédula y fácil de engañar. —rió Yeji, quien recibió un golpe en el hombro por parte de la nombrada.

— ¡Oye! —comenzaron a reír todos los que rodeaban la mesa.

No hay alfas en esta escuela. Si hubiera un alfa, no hay manera de que no lo hubiese notado porque soy una omega. Aunque... preferiría confirmarlo por mí misma, solo para estar segura.

Durante el descanso, recorrí varios sitios de la escuela; escaleras, biblioteca, casilleros, etc., y no sentí ni una sola feromona.
Solo faltaba un sitio para recorrer, por lo que cautelosamente entré a la sala del Consejo estudiantil. Olfateé durante unos segundos y no sentí nada, por lo que mis dudas habían sido disipadas.

— Lo sabía, no hay manera de que haya un alfa en esta escu-

— ¿Qué haces tú en la sala del Consejo estudiantil? —una voz ajena me quitó las palabras de la boca y me hizo dar un pequeño salto por el susto.

— ¡Ah! P-presidenta... yo, uhm, ¡me equivoqué de salón! No se preocupe, Jimin unnie, me iré de inmediato. —dije con una mano en mi pecho intentando recuperarme del susto.

— Oh, así que era eso. Está bien, ve con cuidado. —respondió la presidenta de la escuela con su semblante serio habitual.

Me dispuse a salir de la habitación, hasta que una ráfaga se presentó en el cuarto. Sentí algo en mis fosas nasales, pero no supe explicarlo.

— Eh... Jimin unnie, ¿de casualidad lleva algún perfume? —pregunté acercándome cautelosamente.

— ¿Eh? —preguntó incluso tres veces más confundida que yo.

Al acercarme más, sentí una dulce esencia que me debilitó, causándome escalofríos. Sentía las mejillas arder y mi cuerpo reaccionó solo. Sin notarlo, yacía aferrada a la presidenta del consejo estudiantil. Me dejé inundar por ese agradable olor.

— Por favor, abráceme, unnie. —dije antes de colapsar sobre ella.