You are my soulmate - winrina

04

Los días habían pasado desde que Winter confesó sus sentimientos y fue aceptada como miembro del Consejo estudiantil.

Karina, quien al principio seguía dudando sobre toda la situación, poco a poco y día tras día comenzó a disfrutar de tener a aquella omega como compañía. Aquella chica extrovertida y terca hacía sus días más divertidos y sus labores menos pesadas.

¿Re-selección de Consejo? Winter estuvo ahí acompañándola y apoyándola, la cual ganó nuevamente por su excelente desempeño.

¿Festival de la cultura? Winter trabajó arduamente en su elaboración a la par de Karina, además de disfrutar este mismo con ella.

¿Primer día de invierno? Winter y ella se encontraban recorriendo las calles durante la primera nevada del año.

Y así pasaron todo un año. Una al lado de la otra, disfrutando la presencia contraria mientras notaban cómo florecían aquellos sentimientos mutuos.

Tras un exhausto día de escuela, Winter yacía dormida en el sillón del Consejo estudiantil mientras murmuraba cosas sin sentido.

Karina, quien entró al salón en busca de algo, soltó una risa al ver tal imagen de la omega. Caminó hasta el escritorio y se sorprendió al ver que las enormes cantidades de papeleo ya estaban hechas. Sonrió y se acercó cautelosamente a la omega, dejando un pequeño beso en su frente mientras murmuraba un "gracias por tu esfuerzo".

Volvió hacia el mesón para tomar los documentos que necesitaba y salió del salón.

Tras escuchar la puerta cerrarse, Winter se levantó completamente sonrojada y chillando.

— ¡Karinaaa! ¿¡por qué no haces esas cosas cuando estoy despierta!? ¡Ha pasado un año desde que me confesé y finalmente me demuestra algo de amor! ¿¡debería tomarlo como una señal de que ya podemos comenzar a salir?! —cubrió su cara dando saltitos.

Del escritorio de Karina cayeron algunos papeles, por lo que Winter se dispuso a recogerlos. Uno en particular le llamó la atención, era un chequeo médico de Karina y decía que... ¡era una alfa!

— No puede ser, ¿ella no había dicho que no lo era?, no entiendo nada, si fuera alfa no podría estar en esta escuela...

— ¿Qué estás haciendo? —como era costumbre, Karina apareció de la nada, asustando a Winter.

— ¡Ah! Karina unnie, casi me matas otra vez. Lo siento, pero vi esto... —le entregó la ficha médica a la presidenta, quien inmediatamente suspiró. — Acá dice que eres alfa...

— Por favor, echa una ojeada más de cerca, Winter. —Karina acomodó su pelo esperando la reacción contraria.

— ¿Eh? —Winter hizo caso y leyó todo cuidadosamente.

"Notas adicionales.
Características físicas: beta"

— ¿¡Eres físicamente una beta!? —preguntó una sorprendida Winter.

— Sí, así es. Soy una alfa defectuosa, como ya ves. —sonrió Karina con semblante triste. — Ese es el porqué no puedo darte la felicidad que mereces como omega. —desvió la mirada, poniendo su semblante serio habitual. Aunque, con un toque de tristeza que amenazaba con hacerse notar.

— Karina unnie... ¿piensas en mí, una omega, como una herramienta para hacer bebés?

— ¿¡Eh!? Sabes que no hay forma de que piense eso de ti, ¿verdad? —respondió exaltada la presidenta.

— Entonces es lo mismo para mí, Karina unnie.

— ¿Ah?

— Karina unnie, no tiene nada que ver con que seas una alfa o una beta. Es decir, me confesé bajo la impresión de que eras beta, ¿cierto? ¡así que no me molesta en absoluto! Así que, por favor, no te culpes por la manera en la que es tu cuerpo, y no digas que hacerme feliz es imposible para ti, no digas cosas como esas, unnie. —Winter habló con voz tranquila, diciendo la verdad en todo momento.

Karina, por otro lado, comenzó a llorar. Sus lágrimas caían ante las dulces palabras de la omega.

— ¿Realmente estás bien conmigo, incluso si soy así...? —una lagrimita se desplazó por su mejilla.

— ¡Está bien porque es la manera en la que tú eres, Presidenta!

Ambas chicas se unieron en un sentimental abrazo, aferrándose la una a la otra.

— Gracias... —murmuró Karina entre sollozos, escondiendo su rostro en el hombro de la omega.