2. Conflictos

215 13 5
                                    


Al siguiente día de la final, se dio el combate de exhibición entre Gladio y el Prof.Kukui, que después de un acalorado combate, se impuso el profesor. Después de dicho combate, Kukui fue nombrado como campeón regional de Alola, ya que Gladio se tendría que ir.

Luego de haber celebrado el combate, sin razón alguna, unos Guzzlords interrumpieron el momento, pero lograron vencerlos sin mucho problema. Para después, tener que despedirse de Naganadel, que volvería a su mundo.

Pese a que Ash estaba con sus amigos y hacían lo posible para que intentara sentirse mejor, se veía apagado y poco sociable durante todo el día.

La noche estrellada cubrió la Isla Melemele y en la casa del Prof. Kukui ya se estaban preparando para cenar.

—Profesor, vamos a salir a caminar un rato —decía Ash mientras de colocaba los zapatos para salir con Pikachu.

—Está bien, vuelve para cenar. Te estaremos esperando —Kukui sabía que necesitaba algo de espacio y comprende un poco por lo que pasa.

—Ash, ve con cuidado —Burnet quería hacer algo, pero sabía que era mejor darle su espacio.

Él no contestó nada, solo terminó de amarrarse los pasadores y salió con Pikachu a tratar de aclarar su mente e ideas.

Ash recorría las frías playas de la Isla Melemele sin rumbo alguno mientras se preguntaba si pudo haberlo hacerlo mejor. Se detiene un rato a contemplar a la Luna Llena, que se mostraba en todo su esplendor, y decide sentarse en la arena para poder pensar.

—Bueno, otra liga más que perdemos... No hemos hecho nada más que viajar los últimos siete años y ahora ya no sé qué pensar... —Ash no sabía si decirlo o no. Estaba nervioso, pero respiró profundo y decidió decirlo—. Creo que... tal vez... deberíamos de parar con todo esto —decía mirándolo directo a los ojos y con un rostro que reflejaba angustia por todo lo que pasó.

—Fingiré que no escuché, lo que claramente escuché... ¿¡Acaso estás loco!? ¡No puedo creer que siquiera se te haya pasado por la mente! —Pikachu se mostraba con una molestia notable frente a la actitud de Ash.

—Piénsalo, no sabemos nada más que realizar combates y me pregunto si valdrá la pena gastar más años en esto. Capaz esto es lo máximo a donde podemos llegar... y eso sería una señal para buscar algo más por hacer —Ash estaba firme a su idea de rendirse pese a las dudas que aún posee.

—¿Y qué? ¿así sin más piensas dejarlo todo por lo que hemos peleado hasta ahora? Eso es ser egoísta de tu parte —Pikachu seguía sin creer lo que Ash le acaba de comentar.

—¿Egoísta...? ¡¿Qué quieres que haga?! —preguntaba ya bastante exaltado y cansado por toda la situación—. Incluso rechacé la oferta de Scott por seguir viajando y lograr este sueño... ¡Nada...! Después de años buscándolo... Nada... —Ash sentía que no podía contenerse más y, pese a no querer, terminó cayendo en llanto.

Pikachu no quería seguir viendo así a su entrenador. Así que, sin muchas más ideas, decide lanzarle un rayo de improvisto.

—¿¡Y eso por qué fue!? —preguntaba adolorido en la arena y desconcertado al no saber el motivo el ataque.

—¡Para que reacciones de una maldita vez, que te vez patético! —se lo recriminaba sin vacilar, a lo que Ash solo se le queda mirando sin saber que decir—. ¿¡Crees que a nosotros no nos duele el hecho de haber vivido de primera mano las derrotas...!? Pero ahí seguimos, dándolo todo... porque no solo es tu sueño, sino de cada uno de nosotros —con un nudo en la garganta y varios sentimientos en su cabeza, terminaba de hacerle recordar a Ash que no se encontraba solo

Ash no sabía que contestarle. Había quedado perplejo ante las palabras de Pikachu y no sentía nada más que culpa.

—Yo... Yo lo siento. Me preocupé más en cómo me sentía yo y no me puse en el lugar de ustedes... Lo siento —decía con la voz entrecortada y algo gastaba por el llanto. Cuando pudo al fin calmarse, continuó—. No sirvo como entrenador, ¿verdad? —decía después de haberse tirado y sentirme mal por todo lo ocurrido.

—No digas eso. Cada uno de nosotros pudo mejorar gracias a ti, eso te hace un buen entrenador y un gran amigo. Por eso te pido que aún no te rindas y sigamos buscando nuestro sueño —decía de forma ya más calmada mientras se ponía a su costado para consolarlo un poco.

—Gracias, sí que necesitaba ese sacudón. Aunque pudiste bajarle un poco al rayo —reprochaba un poco mientras se sobaba.

—Te lo tenías bien merecido... Bueno, ¿cuál será el siguiente paso? —preguntaba para sorpresa de Ash.

—¿A qué te refieres? —estaba algo confundido por la pregunta de su amigo.

—Al éxito, a eso me refiero. No hemos tenido esta conversación para nada. El éxito nos aguarda en algún lugar —decía señalando hacia lo profundo del cielo estrellado de Alola.

—Supongo que no se puede evitar... Como tú lo dices, el éxito nos aguarda en algún lugar —con una sonrisa renovada y mejor anímicamente, decide seguir el consejo de su amigo para no rendirse todavía.

Y así, luego de haberse reconciliado, ambos se quedaron contemplando las estrellas que iluminan el cielo de Alola y a la espera de brillar tanto como una de ellas.

Dando todo por el todo: En búsqueda del éxitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora