ᴄᴀʙᴇᴢᴏᴛᴀ // ᴋᴀʀᴢᴇʀ

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Se miró al espejo examinando al detalle su vestimenta que gritaba una única cosa: guerra.

Por una parte la idea le atraía en demasía, pues el poder vengarse de ciertas personas que vivían en aquel pueblo era tentador, pero había un obstáculo que mermaba su emoción y aumentaba su inquietud.
Simplemente temía dañar a las personas que apreciaba y, en consecuencia, sus hogares.
Y justo ahora estaban bien las cosas con Karchez, y ni si quiera eran pareja oficialmente, no quería tener que empezar de cero otra vez, no estaba mentalmente preparado.

Tenía unos objetivos fijos: devolverle la mala pasada a Génesis, proteger a sus amigos y ayudar a su pueblo en lo que pudiese. Nada más.

Elevó su vista nuevamente logrando ver en su cabello algún mechón desordenado, suspiró recolocando los pelos rebeldes que interrumpían la harmonía de su cabello bicolor y salió del baño cerrando la puerta tras de sí.

Hacía poco le habían enseñado aquel lugar, lo había construido Juan, según él, "sin ayuda" y aún que se supone que era un lugar secreto, no paraban de hablar de él con un nombre en clave "El Spa".

Caminó por el estrecho y largo pasillo observando las baldosas de mármol del suelo y cada vez estaba más seguro que había utilizado magia para construir la guarida.

A medida que se acercaba al salón de reuniones podía escuchar que estaban discutiendo allí dentro, puede que fueran genes familiares pero antes de entrar quería escuchar el chismecito, vamos, ¿Quién no lo haría?

-¿¡Cómo cojones se te ocurre!? ¿¡En qué momento eso te pareció buena idea!?-

-Auron, no me jodas, ¡Lo hice para tener una coartada! ¡Lo hice por nuestro pueblo! Sinceramente, aún creo que invocarlos fue una gran idea-

Se apegó más a la puerta para poder escuchar bien lo que decían cuando no estaban gritando, no tenía ni idea de lo que estaba pasando y al parecer podría ser algo grave.

-Juan, más que ayudarnos ¡Nos pueden matar! ¿No entiendes eso? ¡En medio de una guerra contra otro pueblo no podemos estar pendientes de otra de tus cagadas!-

-¡No son una cagada! No te preocupes, yo los invoqué con mucho respeto y siguiendo todos los pasos al pié de la letra, a mí me van a respetar, y si les digo que nos ayuden, pues, nos ayudarán, tú tranquilo-

-Mira, Juan, voy a confiar un poco en tí, no mucho, pero confío algo en tí y en tus... Poderes-

-Eso e-

-¡Pero! Quiero que tengas en cuenta de que hoy ya van a haber suficientes bajas como para que ahora vengan una panda de bichos a exterminarnos-

Se le heló la sangre, mucha información para procesar, ¿Bajas?, ¿Bichos? Su respiración se agitó, ¿Realmente el objetivo de la guerra contra el pueblo tres era matarlos?
Si bien respawnear estaba a la orden del día, era un proceso costoso y doloroso, pues, dependiendo de la gravedad del estado de la persona, a veces era mejor simplemente dejarlo estar y morir.

La puerta enfrente suya se abrió de par en par dejando ver a uno de los hombres que estaban hablando dentro de la sala vestido igual que él.

-Hombre, Axozer, a ti te iba a buscar- el mayor alzó una ceja al verle pálido y levemente encogido- Eh, ¿Te encuentras bien?-

-Auron ¿Vamos a matarlos de verdad?- preguntó con un leve temblor en la voz -Pensé que n-

-Mira, Axo- agachó un poco su espalda  para estar cara a cara y mirarle a los ojos -Ellos quisieron guerra, pues la van a tener, esto no es nuevo para nosotros y ya eres mayorcito para entenderlo-