8 Peleas y reconciliaciones.

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Pov Ibrahim

El pensamiento de que a Lila le pudo haber pasado algo ronda mi cabeza como una película que se reproduce una y otra vez. Lila sabe cuidarse sola, estoy seguro de ello, pero nunca había desaparecido por tanto tiempo sin dejar un mensaje o algo.

Mi comportamiento fue el peor, me dejé llevar por el enojo y la sobreprotección y actúe sin pensar.  Aunque por otro lado, no puedo responder por el comportamiento de Abel. Sólo puedo decir que Lila tenía razón con respecto a esa chica.

—¿Dónde estará? No llegó a dormir anoche —le digo a Nate mientras el pelinegro da vueltas en círculos.

—Tenemos que salir a buscarla o algo, no nos podemos quedar de brazos cruzados —dice Abel.

—¡Fueron unos imbéciles! —espeta Nate— Es su hermanita ¿Cómo le hablaron así?

—¡Tú te fuiste! —contraataca Abel.

—¡Pero no fui yo el que la llamó cualquiera! —explota Nate.

—¡Paren los dos, que peleando no resolveremos nada! —les grito.

—Está muy bien hecho que se hubiese ido porque actuaron como unos idiotas —susurra Nate.

—¡Nathaniel, ni una palabra más! —lo señalo con mi dedo índice.

—¿Ya la llamaron? —pregunta Abel.

—Tiene el celular apagado —responde Nate.

—¿Llamaron a Michael? —pregunto.

—No tengo su número —dice Abel.

—Lo llamaré —dice Nate.

Cuando Nate está por sacar su teléfono entra una llamada en el mío.

—Lila ¿Dónde estás? ¿Estás bien? —suelto hablando rápido y colocando el teléfono en altavoz.

—¿Puedes venir a recogernos? —pregunta del otro lado de la línea.

—Te perdiste un día entero ¿Y es lo único que dirás?

—Sabía que esto era una pérdida de tiempo —masculla.

Irina entra a la sala con una taza de café humeante.

—Dame eso —Nate me arrebata el teléfono y quita el altavoz—. Shapiro ¿Dónde estás?

Por la forma en la que Nate suaviza la expresión supongo que Lila le habló mejor que a mí.

—No sé que hacen allí pero ya vamos para allá, no se muevan —cuelga y me devuelve mi teléfono.

—¿Que te dijo? —pregunta Abel.

—Me dió las indicaciones para ir a un bosque —responde Nate.

—¿Un bosque en dónde? —pregunto.

—En la salida de Wormwood.

—Vámonos —dice Abel.

—Pidió que le lleváramos ropa seca a ambos —dice Nate y agrega:— y una cuerda para arrastrar un auto con el nuestro.

Busco un bolso, tiro ropa de Lila y ropa de Abel dentro de él, y corro escalera abajo.

—Vámonos Irina —le habla Abel.

—Esperen que me tome mi café —habla soplando el líquido caliente.

Le quito la taza de las manos y vierto el contenido en el lavaplatos.

—¡Ibra! —reprocha Abel.

—No dejaré a mi hermana un segundo más allá afuera —mascullo.

Todos salimos y Nate cierra la puerta.

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⏰ Última actualización: Feb 12, 2022 ⏰

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