Siempre Te Amare.

33. FINAL

SASUKE.

Ha pasado exactamente un año desde que decidimos concentramos en nosotros y nuestra felicidad. Sarada va cumplir otro año más mi pequeña ya está creciendo y no quiero que lo haga. Ni hablar de Kiss y Kaito están por cumplir un año, son muy traviesos. Algunas veces hacen irritar a Sarada.

Kiss es una de mis princesitas está más que claro que cada que cumplía más meses se parece más a Sakura. Kaito es mi hijo es uno de mis orgullos, protege a Kiss con su vida y a Sarada solo que... Ella lo protege más a él a él a ella.

Sakura. Hoy será diferente hoy es un gran paso y un gran día sonará cliché pero todos los días me he despertado y me quedo viéndola, me quedo viendo su paz al dormir su tranquilidad y eso me hace pensar que esta es la mujer con la que yo me quiero pasar mis últimos días de vida.

Amo a Sakura, amo a mi familia todos hemos mejorado. Sarada ya no tiene pesadillas visitamos la doctora con ella y ella dejo de tener miedo y pesadillas del día en el que para nosotros se convirtió en un infierno.

Kaito ya no tiene crisis fue como si hubiesen borrado lo que él tenía nunca volvió a tener nada de eso, y nos alegramos tanto de que no le pasará nada malo.

Sakura y yo aprendimos a valorar todos los momentos que teníamos que aprovechar. Aprendimos a amarnos mas de lo que ya lo hacemos. Tener hijos es agotador pero un trabajo hermoso, cuando quería darme una escapada con Sakura para darnos momentos de cariño más íntimos nuestros hijos no molestaban si los cuidaba mi hermano que por cierto se casó.

Tiene una hermosa esposa la cual está esperando su primer bebé. Mis padres aprendieron a aceptar a todos nadie es culpable de nada.

—Sasuke— decía Sakura dándome un beso en la mejilla.

—Quiero mi beso de verdad.— dije mirándola y ella me sonrió y se acercó a mi, tomo mi camisa y hizo que me agachara un poco. De eso hablaba de un beso en los que nos hacen desear más.

—Sarada aún no está lista tiene que ir a la escuela.

—¡Sarada! Llegarás tarde.— dije acercándome a la sala de estar donde Kiss estaba con su dedo del pie en la boca.

—ño— dijo al intentar quitarle el dedo de su boca.

— ¡Estoy lista! — dijo entrando a la sala de estar. Iba muy arreglada.

— Ven aquí.— le dije.— ¿a quien le perteneces?

—a mi misma— dijo rodando los ojos.

— y a mi, déjame ser un padre posesivo. Quien es el único hombre de tu vida?

— Papá tienes que dejarme volar.

— tus únicos hombre de tu vida somos Kaito y yo. No crezcas tan rápido que no quiero dejar de ser uno de tus hombres de tu vida.

— Te quiero papá. Siempre será la niña de tus ojos— sonreí y bese su frente.

— Bien es hora de irnos— dije, alzando a Kiss entre mis brazos.

— papá— me llamo y yo la mire.— hoy se lo dirás a mamá?

— Así es hoy es el día.

—Suerte.

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—Te amo. — le dije en el oído a Sakura mientras la veía ponerse una muy sexi lencería.

— ¿Ya me dirás a dónde vamos?

— aún sigo dudando si contarte a dónde vamos o no. — dije viendo cómo se ponía el vestido negro que se le pegaba totalmente al cuerpo. Una erección se comenzó a hacer presente en mis pantalones.