Capítulo 9

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-Su novia, sip, Max. -digo dándole un abrazo.


Lo escucho farfullar y maldecir a Sean:


-Hablé con ese hijo de puta, le deje bien claro que yo te quería, y él aseguró que no quería nada contigo. Estoy harto de esos malditos imbéciles que se callan por amor y te traicionan por la espalda. -grita un par de improperios más, que lo hacen ver muy sexy, y me empiezo a reír como una loca.

Él, alza una ceja y me mira pidiendo una explicación :


-Em... Bueno, son cosas que pasan -empiezo a reir y le digo - Que es una maldita apuesta, bobo. Hace un tiempo hicimos una apuesta, y ahora la quiere cobrar.


-¿Por qué cojones haces una jodida apuesta con él? -dice y se frota las sienes- ¿Cuánto durará?


¿Éste chico es bipolar o me lo parece a mi? Porque vamos, no me jodas, primero parece un loco y luego me sale con gilipolleces de cuanto durará. ¿Le ha parecido a él que he hablado tanto como para concretarlo?


Es que joder, me toca mucho los cojones que haga tantas preguntas.

Aunque debería ponerme en su lugar, lo que me molestaría a mi que me hiciera eso.

Es más, si a mi me hiciera eso, ¿estaría Max ahora con vida?


-Suuuummer, ¿Estás ahí?-Me dice mientras me zarandea.


-¿No me ves? Mi cuerpo está aquí. -digo de mala leche.


-¿No crees que eres injusta? ¿Cómo estarías tú en mi lugar? -susurra la última pregunta.


-Mejor dicho, pregúntate como estarías tú si me hicieras eso. -rio por lo bajo.

Veo como tuerce el gesto, se aproxima a mí y me abraza. Lo dicho, es bipolar.


-Summer, ¿esto va a suponer un cambio en nuestra relación? -dice cuando nos separamos.

¿Relación? ¿Acaso tenemos una relación? ¡Pues vaya, me entero ahora! ¡Qué nos conocemos desde hace un par de semanas, si no menos, cojones!


-No tenemos ninguna relación, Max. -digo todo lo fría que puedo, y me pongo a buscar mi camiseta.


Max entiende que no quiero hablar, así que me pasa una de sus camisetas. Le miro mal y le pregunto:


-¿Dónde está mi camiseta?

-En las carreras, si te da la jodida gana vas y la buscas. Ah, la puerta está a tu derecha. Adiós. -se gira y se va.


Bipolar. O se cayó de la cuna al nacer. Tengo dos opciones, y no se cual es más real.


Miro la camiseta, y veo que es una camiseta the "My chemical romance". Amo esa banda, es emo 100%.


Yo no soy emo, pero me identifico en ciertos aspectos.


Me la pongo y cojo mi chaqueta de cuero. Me guio yo sola hasta la puerta, cortesía de mi increible y jodido anfitrión, y cuando voy a salir grito:

-¡MAX, ERES UN MALDITO CERDO!- y cierro de un portazo. Lo tenía que hacer, era necesario.


Cuando salgo a la calle, me doy cuenta de que no tengo ni puta idea de donde estoy, y mi teléfono está sin batería. De puta madre.


Iré al gimnasio, mi próxima pelea es en 5 días, y llevo 3 sin entrenar. Frank, mi entrenador, me va a degollar viva.


(...)


-¡SUMMER, DALE FUERTE! ¿ESO ES LO MÁXIMO QUE PUEDES? ¡JÁ, TE VAN A APLASTAR EN LA PELEA!- mal pensados y mal pensadas del mundo, estoy en mi gimnasio, no en medio de una sesión de sexo. Y sí, ese es Frank. Mi jodido entrenador. Aunque es el mejor, me jode admitirlo.


-¡Frank, es el 3 saco que rompo, no me jodas! -lo escucho reir, y me trae algo de beber. Paro y me acerco a él.


-No, no, Summer, hasta que no lo hagas mejor no te daré Coff powl. -Coff powl es la mejor bebida de el mundo. No es alcohóloca, tranquilos. Es 92% cafeína, resto sabor.- Así que entrena un poco más, de 3 a 4 horas y te doy.


Me giro, y le doy un golpe a la pared sin los guantes. Automáticamente, se me empiezan a hinchar, porque mi fuerza hace estragos.


-Joder, mira que eres bestia. -dice Frank y se levanta. - Ven, que Matt te lo

curará- llama a Matt, un chico nuevo, y viene con un par de vendas-


-Esto te dolerá. -susurra Matt y las empieza a apretar. Tenso mi mandíbula para no gritar, mientras escucho a Frank vengarse de mí, gritándo frases como

《Matt, sin piedad, se lo merece》 《Más fuerte, no seas marica》 《Total, esta chica es un desastre》


Luego, él rie, me aprieta ligeramente el hombro y me dice:


-Fuera de hostias, Summer, ¿Estás bien? -dice e intento asentir- Bueno, lo tomaré como un 《no me vengas con jodas》 En fin, después de gritarte de todo, has de saber que como no cure antes de la pelea no te pienso dejar competir. Ni de coña. -dice al ver mi cara perpleja.


-¿Pero qué coño dices? -digo y me levanto.- He de competir, he de ganar el puto torneo.


-Lo primero es tu salud, pequeña. -me da un par de palmaditas en la mejilla y me despide- descansa, no entrenarás hasta el día de antes del torneo. Nada de entrenar por tu cuenta. Ya no veremos, Summ.


Osea, voy ha hacer un pequeño resumen de mi día:


Me he despertado semidesnuda en casa de Max, que me ha echado de su casa. Tengo que hacer de novia postiza para Sean.

Y el colmo, no puedo entrenar boxeo porque soy tan gilipollas que me he jodido la mano. ¡De puta madre!

Holaaa amores. Matarme, lo sé. ¡Más de un mes! En fin, doy la noticia de que Candy se ha ido. Ahora solo estoy yo. Pero pienso continuar la historia y empezar una nueva. Pasaros por ella, por favor amores. Se llama "The mafia's love".

Espero les guste el cap.

Besos

Del sarcasmo al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora