Capítulo 5

248 8 1
                                    

¡Mierda! ¿Quién dijo que ir con él a las carreras sería bueno? ¡Pues que venga y le reviento, por que te juro que es lo peor que podría haber hecho!

Para empezar, nos saltamos Historia, que es mi asignatura favorita. Sí, lo sé, no parezco de las que les gusta Historia, pero tengo muy buena memoria, y me es muy fácil recoradar fechas, nombres y monumentos.

En fin, nos escapamos, nos montamos en su moto, que tampoco es tan buena comparada con mi preciosa Harley Davinson Touring, último regalo de cumpleaños por parte de mi tía antes de morir.

Ahora, estábamos a punto de llegar al lugar donde se celebraban las carreras, y me di cuenta de que estaba Sean, porque vi su moto, regalo de su padre, edición exclusiva. ¡Joder, no me puede ver aquí, y menos con él! ¿Qué hice? Simple, me puse de pie detrás de Max, salté por encima de él, caí en sus rodillas, y di media vuelta, para entrar por el otro lado a la convocatoria. Sé que podría haberle dicho a Max que entrara por el otro lado, pero estábamos demasiado cerca, por lo que prefería hacerlo yo, que no me dijera que tengo miedo, y librarme de Sean:

-¿ESTÁS LOCA? ¡NOS PODIAS HABER MATADO! - dijo Sean gritando, mientras yo notaba que su pecho subía y bajaba por la adrenalina en sus venas por mi acrobacia. Solté una carcajada, que quedó más como si fuera una loca psicópata, y le contesté:

-Pensé que ya me conocías, ¿o no era qué tú sabías tanto sobre mí? ¡Ha sido divertidísimo! LO repetiría sin duda - dije eufórica.

-¿Has tomado algo antes de venir aquí? ¡Esta no eres tú, joder, Summer!

Y bajé de la moto. No, no como loca suicida, sino que ya habíamos llegado, y la había aparcado en su sitio.

Fui a saludar a los organizadores de las carreras, los que estuvieron encantados de ver a la única chica que se había atrevido a competir en los últimos años entre los jóvenes hormonados que acudían.

Les dije que no tenía a mi pequeña bebé, mi moto, y Dan, uno de los organizadores, me dejo su moto, ya que al principio, él era el único que apostaba por mi, él fue el que me metió en esto, y me enseñó el gimnasio, donde ahora soy tan famosa. ¡Qué modesta soy, ¿no?! Espero que se note mi sarcasmo.

Sacó su BMW, que tanto cariño le tiene, la acarició, me guiñó un ojo, me psaó sus guantes y su casco, y me monté.

¡Cuánto tiempo hace que no me monto en esta maldita moto de Dan! Con esta moto aprendí yo a hacer caballitos, por lo que la arranco, la hago rugir y salgo del garage en el que estábamos haciendo el caballito. 

La gente, se aparta, me silbaban, y me aplaudían. ¡Hijos de la ruina, Summer, Bad Queen, ha vuelto! ¡Preparaos para caer ante su reinado!

-¡Summer, ¿qué haces?! Baja de ahí, te vas a hacer daño.- gritó Max, ya que no conocía mis habilidades con las motos.

Me empezé a reir por la frase. ¿Daño yo, por hacer el caballito? Nah, más daño me hace despertarme que eso.

Pero tenía que pasar. Llegó Sean y me gritó:

-¡Samm, loca, baja de ahí, que a Max le va a dar un infarto! - y sonó su móvil, cambio la expresión de su cara al leer el contenido del mensaje y volvió a gritarme- Además, creo que hay una persona que te quiere ver.

-¿Quién? - dije curiosa.

-¡VEN!

Le seguí, y con una seña me hizo que bajara de la moto,y con otra que entrara por el pasillo de las apuestas.

Me quedé de piedra al ver a la persona que había allí.

Sarah, mi mejor amiga, que daba por perdida en una puta academia para baile, internada, siguiendo la pasión de su difunta madre por obligación del multimillonaria de su padre, estaba aquí, de nuevo, y con el pelo de otro color. Antes, rubia total, con esos ojazos siempre pintados con raya y rimel negro, ahora estaba castaño oscuro, casi negro, y con mechas violetas en las puntas. Le habían quitado esos odiosos brackets que tanto odiaba, como yo cuando los llevaba. Antes, éramos las dos rubias, y ojos parecidos. Ahora, seremos la rubia y la multicolor. Eso sí, si volvemos a ser lo que éramos, porque ella, cuando se fue, me confesó que llevaba casi un año con mio hermano, y que lo había dejado porque no quería serle infiel, y sabía que eso iba a pasar si estaban juntos mientras ella estaba fuera. Mi hermano, quedó destrozado, durante meses, ya que él de verdad de había enamorado.

- ¡SUMMER! ¡HOSTIA, NOS SABES LO QUE TE HE ECHADO DE MENOS! - y si, seguía teniendo ese vocabulario por el cual se nos caracterizaba.

-¡AWWW, SARAH, RUBIA, O YA NO TAN RUBIA, TE LOVEO, MULTICOLOR! 

Y nos dimos un abrazo. No digo tierno, porque el abrazo era de todo menos tierno. Se subió encima mio, me tiró al suelo, y empezamos a rodar mientras reíamos como focas retrasadas.

-Tenemos que ponernos al día, pequeña rubia. - me dijo

- Te recuerdo que soy mayor que tú, pequeña moradita.

-¡Por unos jodidos dias, no me lo restrieges! - y puso un puchero tan, pero que tan infantil, que Sean y yo nos empezamos a descojonar.

-¿Y, cómo es qué estás aquí? - pregunté.

-Simple, me escapé.

CAPÍTULO A TIEMPO. HEMOS ESTADO PENSANDO QUE PODRÍAMOS PONERNOS UN NOMBRE. ¿OS GUSTARÍA? TAMBIÉN HEMOS PENSADO QUE PODRÍAMOS HACER CUENTAS DE INSTAGRAM PARA LOS PERSONAJES. ¿OS GUSTARÍA? QUEREMOS QUE VOSOTR@S SEAIS L@S ADMINISTRADOR@S DE LAS CUENTAS. SI HA ALGUIEN LE APETECE QUE NOS LO DIGA POR MENSAJE PRIVADO, Y LE DIREMOS.

PD: ¿ME SEGUIRIAÍS EN MI CUENTA? @lucietas ¡Gracias!

Os agradecemos haber estado ahí siempre, sois l@s mejores.

Lucy y candy

Del sarcasmo al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora