Sonreí y acaricié su cintura, Joaquín cogió el stitch y las paletas de mis manos.- Uhm, mi pancita suena, creo que tiene hambre.
Sonreí y busqué algún puesto de comidas rápidas.
- Vamos.
Caminamos hacía el puesto, Joaquín con sus dulces y su peluche.
- Uhm, Emi, yo no sé qué pedir. Nunca he comido ésto.
- ¿No?
- Mi mamá nunca me dejó comer algo así, porque me iba a engordar, según ella. Y pues cuándo murió, apenas y tenía para comprar un pan.
- Bueno, ¿Qué tal una hamburguesa?
- Tú sabrás.
Pedí 2 hamburguesas y 2 gaseosas para llevar, así me las darían en una bolsa y yo me encargaría de buscar un lugar en dónde comer, Joaquín tenía sus 2 manos ocupadas. Mientras hacían la comida, observé a Joaquín que miraba las personas a su alrededor sonriendo, cuándo los niños lo miraban a causa del peluche, él los saludaba con una sonrisa en sus labios.
- Aquí tiene.
Pagué y recibí la bolsa con las 2 hamburguesas, uno de los vasos y Joaquín el otro.
- Ven, sentémonos aquí.
Nos sentamos en una de las tantas bancas de madera del parque, Joaquín dejó su stitch a un lado y recibió una de las hamburguesas.
- No voy a morir por comer hamburguesas cómo decía mi mamá ¿Cierto?
Reí divertido y negué.
- No estaría hablando contigo de ser así, suelo ser un fan número uno de las hamburguesas.
Joaquín mordió su hamburguesa y me miró sonriendo.
- Está muy buena.
- Es hora de ir a casa.
Ya habíamos recorrido prácticamente todo el parque, subiéndonos a los juegos, comiendo dulces y comprando cosas que nos gustaran. Joaquín había visto un gorro blanco con orejas negras y se había enamorado de él, así que sin pensarlo lo compré y se lo puse. Se veía adorable.
- Sí, estoy agotado y es tarde.
Nos subimos a un taxi y dí la dirección de mi casa, Joaquín recargó la cabeza en mi hombro y yo no pude evitar pasar mi brazo por su cintura.
- Fue un día genial.
- Lo sé.
- Gracias, nunca me había divertido tanto.
- Gracias a ti, Joaquín, Brian odia venir al parque de atracciones.
- Bueno, yo lo amé.
Fué casi media hora del parque a mi casa, pagué y nos bajamos del taxi, Joaquín estaba más dormido que despierto, pero no soltó al stitch para nada. Imagínense a un Joaquín con un gorro blanco con orejas de oso, con un peluche en sus manos, casi más grande que él, casi quedándose dormido de pié. Lo sé, adorable. Entramos a la casa y me senté en el sillón.
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Angelito De La Calle // Adaptación Emiliaco
FanficEmilio es un chico de 23 años que tuvo que dejar la universidad para dedicarse a trabajar cuándo decidió hacerse cargo de su hermano menor, no encontrando muchas opciones. Alguien le propuso que manejara un taxi y así comenzó a hacerlo, no es nada...