2. Novio de Emilio

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Luego de terminar de comer lo guié hasta mi habitación, no era demasiado grande, pero era un poco más grande que la de Brian. Había una cama sencilla, una mesa a un lado, un armario pequeño, un escritorio con un espejo y un televisor pequeño.

- Duerme aquí, yo me quedaré en el sillón de la sala.

- ¿Qué? ¡¡No!! Por Dios, no, es tu cama. Yo puedo dormir en el sofá, no pasa nada.

- No, eres mi invitado, duerme aquí. Ya luego miramos qué hacer, déjame te traigo lo que necesitas.

- Emilio, pero...

- Necesitas descansar, Joaquín. Si quieres darte una ducha, hay un baño al final del pasillo, allí hay cosas de aseo limpias.

Abrí uno de los cajones del escritorio y saqué un pantalón y una camiseta limpios.

- Ten, espero que puedas descansar - Dije entregándole las cosas.

- No sé cómo te voy a pagar todo ésto Emilio, me salvaste la vida.

Le sonreí y abrí la puerta del armario para abrir uno de los cajones y sacar una manta y una almohada.

- Descansa.

- Tú también.

Salí de la habitación y bajé para sentarme en el sillón, me quité los zapatos y calcetines y me acomodé para poder dormir mientras era la hora de levantarme y llevar a Brian a la escuela.


Arrugué mi nariz y estornudé cuándo sentí algo en mi nariz, escuché una risa así que abrí mis ojos alcanzando a ver a Brian sosteniendo una pluma

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Arrugué mi nariz y estornudé cuándo sentí algo en mi nariz, escuché una risa así que abrí mis ojos alcanzando a ver a Brian sosteniendo una pluma.

- ¿Qué haces, Brian?

- Despertándote, entré a tu habitación y hay un chico allí, ¿Es tu novio?

Rodé los ojos y me senté en el sillón frotando mis ojos.

- No, no es mi novio, ¿Qué hora es?

- Las 7 de la mañana, voy a hacerme un sándwich y comeré alguna fruta, no te preocupes por eso, sigue durmiendo.

Brian caminó hacía la cocina, negué y suspiré, me levanté para caminar hacía el baño, hice mis necesidades fisiológicas y cepillé mis dientes.

- ¡¡¿¿Les hago sándwich también??!!

- ¡No grites, Brian!

- ¡¡¿¿Porqué??!! ¡¡¿¿Despierto a tu novio??!!

- ¡Brian!

Creo que los gritos de Brian si lograron despertar a Joaquín, éste salió de la habitación frotando sus ojitos, ya podía caminar mejor así que supongo que ya no había dolor.

- Buenos días.

Joaquín me sonrió.

- Buenos días, Emilio.

Angelito De La Calle // Adaptación Emiliaco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora