A la mañana siguiente desperté sintiéndome todo contracturado, dormir en una silla a mi edad ya no es buena idea. Fiorella no estaba, supongo que se habrá ido a la casa de alguna amiga, aunque me resulta raro que no me haya dicho nada. Revisé mi celular y encontré un mensaje de un número desconocido.
Todo bien hasta acá, el problema es que no sé dónde carajo vive Pablo. Hablé un rato por teléfono con él y conseguí su dirección, fui hasta ahí a la hora acordada y lo encontré junto a tres personas más en la puerta.
—Justo a tiempo, él es Alexis, un bajista un poco mediocre pero que le pone mucho empeño —dijo Pablo al ver que me acercaba.
—Gracias por la mala presentación...
—¿Qué onda Alex? Soy Juana la junada —dijo Juana con alegria—. Ellos son Claudio y Esteban, tus posibles compañeros de grupo si hacés todo bien.
—Un gusto Alexis, yo soy el guitarrista y Claudio el baterista, ya sé que primero te tenemos que probar pero podemos ir dándote la bienvenida al grupo sin probarte... —dijo Esteban, instantáneamente recibió un codazo por parte de Juana— Bancá conchuda, ¿quién te crees que sos para pegarme así?
—Tu hermana mayor, y ya hablamos que hay que escucharlo antes de dejarlo entrar —respondió Juana, dándole otro codazo.
—¡Está bien! ¡Está bien! Vamos adentro a ver qué tan piola sos.
Estuvimos un rato improvisando entre los tres, a diferencia de los compañeros que suelo tener en los trabajos, ellos no son tan profesionales, por lo que pude seguirles el ritmo sin ningún inconveniente. Como les gustó mi actuación, me aceptaron de inmediato. No sé si soy muy bueno para ellos, si estaban desesperados por un bajista, o un poco de ambas.
Estuve un rato charlando con ellos, me invitaron a un pizza libre para festejar mi entrada al grupo, pero como no tenía plata encima me negué. No me gusta que me paguen las cosas, siento que quedo en deuda con la persona o que la molesto, sino hubiera aceptado gustoso, hace mucho tiempo que no como pizza.
—Bueno, nosotros vamos, vos te lo perdés —dijo Claudio
—Perdón, es que tengo otros planes en un rato...
—Tranca, igual otro día nos podemos juntar e ir. Ahora que tenemos un bajista, nos falta un cantante —Esteban miró fijo a Pablo—. Paaablooo, Pablito queridoooo...
—No, ni lo sueñes.
—Dale, no seas ortiva, si vos cantas re piola.
—No quiero formar parte de un grupito musical, ni siquiera me gusta el rock.
—Pero necesitamos un cantante sí o sí.
—¿Y si mejor abrimos convocatoria y lo dejamos de joder tanto a Pablo? —preguntó Juana.
—Dios te bendiga, Juana, ojalá consigan uno bueno así este pibe me deja de romper las pelotas.
Después de un rato más de charla nos despedimos y me fui a casa, en el camino intentaba imaginarme las posibles reacciones de Fiorella al enterarse, tal vez se alegre por mí o quizá le chupe un huevo, depende si sigue enojada o no.
O directamente depende si volvió a casa.
Al llegar no estaba, intenté llamarla pero no me contestaba, así que llamé a Andrea para saber si estaba con ella.
—Y hablando de Roma... ¿Qué querés? —respondió
—Eh, pará, ¿qué te hice?
—Fiore me contó la discusión anoche, si llamás para saber por ella te voy avisando que no va a volver hasta mañana, está bien pero no quiere molestias, así que no vuelvas a llamar —Inmediatamente colgó, sin dejarme responder.
Genial, ahora tengo a una compañera de trabajo en mi contra, esto sólo me va a causar problemas. Me senté en la cama intentando calmarme, pero esta vez no lo logré, sólo dejé que mis sentimientos de frustración y angustia salieran en forma de llanto descontrolado. Hace mucho tiempo no lloro así, aproximadamente desde que Beatriz se fue, porque quería que Fiore me vea como alguien fuerte que la protegería, pero por dentro sigo siendo el mismo pibe indefenso que era cuando tenía 16.
Durante la noche mi cama se sintió fría, vacía, incómoda. Las noches de invierno son mejores cuando se duerme en pareja, pero la mía está enojada, y todo porque no le pregunté antes si le gustaría casarse conmigo.
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Un Cliché a la Inversa 2: Casi Súperestrella
Teen FictionPasaron varios años desde los hechos del libro anterior, Beatriz y Alexis perdieron el contacto por diversas circunstancias de la vida. Aún así, él todavía tiene la esperanza de volver a verla algún día. Por fuera, pareciera que la vida de Alexis es...