Capítulo Veintiuno: Siempre junto a ti

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Les había llevado varios días revisar cada una de las propiedades de Marcus y en ninguna de ellas encontraron a Draco y Harry. Finalmente llegaron a una mansión que se encontraba oculta en una de las regiones más peligrosas para infiltrarse pues estaba rodeada de criaturas oscuras que podían llegar a ser mortales para ellos. La propiedad estaba resguardada bajo hechizos de protección, resultó complicado hacer caer las barreras pero lo habían logrado. Debieron infiltrarse con cautela ya que sabían que en el lugar se encontraban la mayoría de los mortifagos.

Cuando lograron atravesar el lugar y llegar a la sala Lucius se horrorizó al ver lo que estaba sucediendo. No dudó ni un instante en levantar su varita al ver que uno de los mortifagos estaba decidido a terminar con la vida de su hijo y de Potter. Llevado únicamente por el deseo de salvarlos recitó:

—¡Avada kadavra!

Un rayo de luz verde salió de su varita y se impactó en uno de los mortifagos haciendo que este cayera inerte el suelo. Desde ese momento todo comenzó a suceder demasiado rápido. Los aurores comenzaron a atacar y los mortifagos se defendían a muerte, a ninguno le interesaba asesinar, sólo salvar sus vidas.

Harry por su parte protegía Draco como le era posible, no iba a permitir que nadie le hiciera daño, pero en el trascurso de la pelea había perdido la varita que consiguió. Fue ese detalle que Marcus aprovechó y valiéndose de sus astucias le arrebató a Draco.

—Ninguno saldrá con vida de este lugar —dijo mientras apuntaba a Draco en el cuello con su varita—. Si él no es para mí no será de nadie.

Antes de que Harry pudiera hacer algo Marcus desapareció junto a Draco. Potter sintió que una parte de su alma se iba con él. Ni siquiera le interesaba que el lugar se hubiera convertido en un campo de batalla, él sólo podía pensar en cómo recuperar a Draco. Seguramente Marcus aún se encontraba en los alrededores.

—¡Harry! —La voz conocida de Ron lo hizo salir de sus pensamientos—. Harry, encontré tu varita en el cuarto del hotel. —Se la entregó—. Debemos apresurarnos, seguramente Marcus están cerca.

—No... —murmuró Potter—. Quédate aquí y ayuda en lo que sea necesario, yo iré por él. —Un hechizo pasó cerca de ellos pero por suerte pudieron esquivarlo. Ron no dijo nada, y simplemente asintió. En cuestión de segundos Harry había salido del lugar. Iba a encontrar a Draco a cualquier precio.

ooOOoo

Marcus apareció junto a Draco en el bosque que estaba alrededor de la mansión, debido a la hora en el lugar prácticamente no se podía ver nada. Malfoy estaba aterrado, no sólo por el sitio, sino también porque desde hacía horas había comenzado a sentir leves dolores en su vientre, no se lo había contado a Harry pues no quería preocuparlo, pero cada vez eran más intensos y eso lo asustaba demasiado.

—D-déjame ir —murmuró Draco dejándose caer en el suelo, estaba agotado. Marcus lo miró y frunció el ceño.

—La única forma en que podrás volver con él será dentro de un ataúd. —Se agachó a su altura y lo tomó del brazo. Draco hizo una mueca de dolor. Él estaba siendo demasiado violento.

—Por favor..., no me encuentro bien —rogó nuevamente. No sabía cuánto tiempo podría soportar esa situación. Estaba más que claro que el parto se había adelanto y eso no era buena señal. ¿Qué iba a hacer ahora?

Marcus lo miró con atención y entonces comprendió todo. Sonrió con malicia, si Draco daba a luz en ese lugar se encargaría de que su hijo desapareciera. Con su varita apunto el vientre de Malfoy y él instintivamente lo cubrió con sus brazos.

El precio de la libertad [HARCO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora