Los días pasaron y pasaron, convirtiéndose en semanas, y las semanas en meses y pronto un año ya había transcurrido desde el nacimiento de Admes.
No todos los días eran geniales, pero la mayoría si, algunas cosas habían cambiado, ¿cómo cuales?
Louis, el alfa, cambió drásticamente, no es que antes fuera malo, pero ahora le daba mayor importancia a su familia y al bienestar de esta, que al trabajo, la reputación y el dinero.
Harry también cambió, seguía teniendo esa aura juguetona y divertida, pero ahora tenía más responsabilidades, 4 para ser exactos, Camille, Jules, Admes y su alfa. Oh claro y las mascotas.
Los conejitos, Snowflake, Cheerio, Sparkle y Hubbu.
Esos pequeños escurridizos, lo volvían loco junto con los niños.
Camille, se mostraba más segura de si misma, dejó de ser tímida y comenzó a brillar, hizo muchos amigos, pero sin duda su favorito era Allen. Su niña, faltaba poco para que cumpliera 8 añitos y estaba muy emocionada.
Jules y Admes habían formado una clase de hermandad, eran hermanos, por supuesto, pero eran sumamente unidos, y ya nada los detenía cuando estaban juntos, ambos eran tan risueños, y Jules hablaba hasta por los codos, justo como su hermana.
Oh y hablando de Admes, ese pequeño cachorrito, era totalmente hermoso, era un precioso omega M, sus sumamente definidos ricitos rebotan tiernamente cuando camina o corre y su piel era de un color casi canela, los brillos, era perfecto; pero algo que siempre pesaría en el alma de Harry, era ver sus ojitos, esas pupilas transparentes. Haber tenido que enseñarle a gatear, fue de las cosas más difíciles que ha tenido que hacer.
Pero ambos padres lo amaban, con todo su ser, al igual que a los otros dos pequeñitos.
Louis estaba recordando la primera vez que cargó a Admes, era tan, pero tan pequeñito, lo seguía siendo, aún y cuando en unos días cumpliría un año.
–¡Papá!¡Mamá se golpeó con la puerta y se hizo una pupa!–Camille llegó corriendo a su recámara, Louis no podía creer que su pequeña ya tuviera 7 añitos, si, 7, próximamente 8.
Ambos alfas bajaron las escaleras de prisa yendo a la cocina, donde Harry estaba sentado en el suelo, sosteniendo su cabeza.
–Hazz dejame ver eso– se acunclillo a su lado y quitó la mano de su omega con delicadeza.
–Yo estaba guardando las cosas y se me olvidó que dejé la puertita abierta –siseo cuando Louis tocó su herida.
–Mami, tienes sangre aquí– tocó su propia frente
–Lo sé cariño, podrías pasarme ese pañuelo porfavor – no quería que Cam se preocupara, aunque realmente dolía
–Cam, llevaremos a mamá al doctor ¿si? Solo para que ya no le salga más sangre, ve por un abrigo, anda, hace frío– cargó a Harry pese a sus quejas y lo dejó en el sillón –No te muevas iré por los niños.
Ambos varones estaban dormidos, primero preparó las mochilas, pañales, cambio de ropa, vasitos, bocadillos, cosas importantes, nunca sabes qué podrías necesitar.
Bajó a los niños al carro y los acomodó en sus respectivas sillas.
–Listo papá– Cam llevaba de la mano a su madre, fijándose que pisara bien el suelo.
–Ayudaré a tu mamá a acomodarse, sientate y ponte el cinturón– Harry no estaba tan lastimado, pero aún así su alfa estaba muy alterado.
Llegaron al hospital y todo estuvo bien, le dieron unos puntos a la herida de H y le dijeron que tomarían unos estudios para asegurarse que estuviera completamente bien, los cinco estaban en la sala de espera, justamente esperando su turno para pasar, cuando vieron a un pequeño muy familiar.
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"Lovie"
FanfictionLarry omegaverse. Louis es un alfa, tiene dos hijos una hija de 6 añitos y uno de 3, ambos alfas. Cuando su omega Alessandro murió su vida se volteó de cabeza. Todo se ve mejor cuando encuentra a un bonito omega llamado Harry. Él será su salvación...