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_____ Brooklyn

No estaba poniendo mucha atención a la clase, en especial porque era de matemáticas.

—Brooklyn, cuánto es 4×8 —Preguntó la maestra causando que saliera de mis pensamientos

¿Por qué a todos les gusta llamarme por mi segundo nombre?

Todos me voltearon a ver, incluso la persona que se sienta en frente de mí.

Chismosos

La maestra seguía viéndome esperando una respuesta, mi estómago empezó a revolverse al seguir sintiendo las miradas encima.

—32 —Susurro Aidan al ver qué no decía nada

—32 —Respondío un compañero

—José, deja que tus compañeros respondan —Habló la maestra

Que vergüenza.

—32 —Contesté al ver qué la maestra seguía esperando una respuesta por parte mía

Todos me dejaron de ver y uno que otro se río.

Que buen día para pegarme un tiro.

—Hay que estudiar más las tablas de multiplicar —Siguió hablando la maestra

El timbre sonó indicando que el receso había comenzado.

Todos salieron del salón rápidamente.

—¿No te sabes las tablas de multiplicar? —Preguntó Aidan mientras salíamos del salón

—Si me las sé —Respondí

—¿Entonces —Lo interrumpí

—Me puse nerviosa, todos me estaban viendo —Contesté para luego sentarme en una de las jardineras junto a Aidan

💽

Estaba en mi habitación con Aidan, él estaba platicando de... en realidad no puse atención, estaba más centrada en mis pensamientos.

Se acerca mi cumpleaños, faltan solo 2 meses y eso me trae recuerdos tanto buenos como malos.

Solo espero que papá llegué para ese día, él es una de mis personas favoritas después de Beto, lo extraño, aunque nunca sabré si fui lo mejor o lo peor que le pasó.

—¿Entonces? —Preguntó Aidan sacándome de mis pensamientos

—¿Eh? —Contesté confundida, no escuché ni la mitad de lo que dijo

—¿Alguna vez te ha correteado una gallina?  —Habló el ojiverde

—No —Contesté

—¿Por qué tan pensativa? —

—Nada importante —

A los segundos los vecinos pusieron música a todo volumen, creo que era su venganza por poner música el fin de semana, no es como que a doña Concha le agrade mucho Nirvana.

—¿Quieres ir a un lugar? —Pregunté

—¿Esta muy lejos? —Respondío

—No tanto —Hablé

—Mhh —Emitió un sonido en tono de duda

—Sí —Afirmo Aidan

Salimos de la casa y empezamos a caminar, caminamos y caminamos.


—Ya me cansé —Se quejo Aidan

—Apenas vamos a la mitad, aguantate —Conteste

—Tú dijiste que no estaba tan lejos —Reclamó

—Apenas llevamos como 4 cuadras y si te sigues quejando nos vamos a tardar más —Hablé

—¿Cómo se que no me vas a secuestrar y a vender? —Preguntó

—Ni que estuvieras tan bonito como para venderte —Hablé y seguí caminando

—¿Cómo se que no estás mintiendo? —Volvió a preguntar

Lo volteé a ver y él ya me estaba viendo con esos ojos color verde pálido.

—Tal vez me den unos cuantos dólares por esos ojos color verde —Dije, a lo que él solo río

—¿Y por qué dólares? —Preguntó

—Por qué me conviene más —Dije y me detuve

—Llegamos —Hablé mientras veía aquel monte

Subimos el monte, cuando estuvimos arriba pudimos ver el sol que estaba a unas horas de ocultarse.

—Hay una bonita vista aquí, a veces vengo —Hablé

—Bueno, valió la pena casi quedarme sin pies —Habló el ojiverde

—¿Y ese carro? —Volvió a hablar el antes mencionado al ver un carro todo destartalado que estaba al pie del monte

—Esta aquí desde la primera vez que vine, nadie sabe de quién es, un día apareció y ya —Respondí

—Ven, aquí hay un árbol que da mucha sombra, si seguimos aquí nos quemaremos vivos —Habló _____ de nuevo mientras tomaba a Aidan de la mano para después dirigirse a aquel árbol gigantesco

💽

—¿Y por qué nunca hay nadie en tu casa? si se puede saber, claro —Preguntó Aidan mientras se recargaba en el tronco del árbol

—Mi abuelo tiene mucho trabajo, mi abuela es jefa de una oficina, mi hermana a veces sale con sus amigos, mi hermano va a clases de natación, inglés y piano en las tardes, mi papá no está en el país y mi mamá no vive conmigo —Hablé

—Oh... ¿Y tú no vas a clases de algo? —

—De dibujo, solo voy los sábados —Contesté

—Tus abuelos tienen trabajos importantes, mi mamá trabaja en una estética en las tardes y mi papá en una oficina —Habló Aidan

—¿Tú qué quieres estudiar? —Pregunté

—Aún no lo sé ¿Y tú? —Respondío

—Tampoco sé, probablemente termine vendiendo tacos —Dije y él solo río

El sol empezó a ocultarse y la oscuridad se iba haciendo presente poco a poco.

—Vamonos, a estas horas roban niños con ojos verdes —Hablé mientras me levantaba

—¿De casualidad también no roban niñas que son fans de Nirvana? —Dijo levantándose

—No, nadamas niños con ojos verdes —Contesté mientras bajábamos el monte

—¿Y por qué nadamas niños con ojos verdes? —

—Por qué son los que más dinero valen —Contesté mientras lo volteaba a ver

—Apúrate, se va a oscurecer más —Hablé y seguí caminando

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¿Será que si roban niños de ojos verdes a estas horas?

Cómics Y Cassettes  [A.G]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora