Capítulo 9 Arrogancia: Parte Cuatro

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Por otro lado, Lan SiZhui y los otros discípulos no encontraron nada en el área de las tumbas antiguas, y se trasladaron en busca de pistas en el Templo de la Diosa.

En la montaña Dafan, aparte de las tumbas de los antepasados de la gente de Pies de Buda, también estaba el Templo de la Diosa. El ser de culto no era ni Buda ni GuanYin¹, sino la estatua de una “diosa danzante".

Hace unos cientos de años, un cazador de Pies de Buda se aventuró en las montañas y encontró una piedra extraordinaria en una cueva. Tenía alrededor de tres metros de altura, se formó naturalmente y parecía extrañamente un humano, con cuatro extremidades haciendo una pose de baile. Lo más peculiar fue que los rasgos humanos se podían ver vagamente en la estatua, pareciendo ser una dama sonriente.

La gente del pueblo de Pies de Buda quedó asombrada y pensó que era una piedra mágica formada al reunir la energía del Cielo y la Tierra, formando una serie de leyendas al respecto. Algunos contaron la historia de un enamoramiento de un inmortal hacia la Diosa de los Nueve Cielos, quien talló una estatua de piedra con la apariencia de la diosa para transmitir las dificultades de estar enamorado. Después de descubrir esto, la diosa estaba furiosa, por lo que la estatua inacabada tuvo que abandonarse. Otros contaron la historia del Emperador de Jade y su amada hija que murió joven. El anhelo del emperador por su hija, supuestamente, se había convertido en esta estatua.

En resumen, había todo tipo de mitos, capaces de hacer que cualquiera se sorprendiera. Al final, la gente del pueblo también comenzó a creer en estas leyendas que salieron de sus propias bocas. Por lo tanto, alguien convirtió la cueva de piedra en un templo y la plataforma de piedra en un asiento sagrado. La estatua se llamaba "Diosa bailarina", y había adoradores durante todo el año.

El interior de la cueva era espacioso, similar al tamaño de un templo erjin, con la estatua de la diosa en el centro. A primera vista, de hecho, sí parecía una humana: la cintura de la doncella incluso podía considerarse ágil y elegante. Sin embargo, después de mirarla más de cerca, parecería más dura. Por otra parte, una estatua de forma natural que es tan similar a un humano real es suficiente para hacer que la mayoría de la gente se quede boquiabierta.

Lan JingYi levantó y bajó la brújula del mal, pero su puntero aún no se movió. Una gruesa capa de cenizas de incienso cubría la mesa para las ofrendas, y también había velas desordenadas. Un aroma enfermizo y dulce provino de los fruteros en la mesa. La mayoría de las personas de la Secta Lan de Gusu tenían algún grado de misofobia menor; JingYi agitó el aire frente a su nariz y dijo: –Los lugareños dijeron que es bastante efectivo rezar en el Templo de la Diosa, pero ¿cómo puede estar tan arruinado? Al menos deberían venir y limpiar de vez en cuando.

Lan SiZhui respondió: –Ya ha habido siete personas que perdieron sus almas. Todos dicen que un rayo ha liberado a una criatura feroz de las antiguas tumbas de Pies de Buda, ¿alguien se atrevería a subir a la montaña? No hay asistencia al templo y, naturalmente, no hay nadie para limpiar el lugar.

Una voz desdeñosa llegó desde el exterior de la cueva: –¡Es sólo una estúpida roca, a la que fue dada el título de diosa por quién sabe quién, y la gente se atreve a ponerla aquí, aceptando incienso y adoración!

Jin Ling entró, con las manos cruzadas a la espalda. El límite de tiempo para el hechizo de silencio no fue largo, por lo que su boca ya podía abrirse. Sin embargo, nada bueno salió de esa boca suya, mientras miraba a la estatua de la diosa y decía: –Estos aldeanos rurales no trabajan duro cuando enfrentan dificultades, sino que rezan a Buda y otras cosas todos los días. Hay miles y millones de personas en el mundo, pero los dioses y los Budas ya están ocupados con sus propios asuntos, entonces, ¿a quién le importarían? Por no hablar de una diosa impotente sin estatus, como ésta. Si es realmente tan efectiva, entonces rezaré para que la criatura que consume almas en la montaña Dafan aparezca frente a mí ahora mismo. ¿Puede hacerlo la estatua?

Los tíos de Jin LingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora