Control

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Día lluvioso sin más, esperando a que se termine la hora para poder almorzar, pero mas que nada, estaba esperando a su nuevo ayudante, que no había llegado aún, raro de hecho.

-Creo que debería cerrar ahora...-
Menciono susurrante mientras se levantaba para husmear por la puerta, así podría cerrar con más seguridad.

Agarro el picaporte y en un segundo ya estaba en el suelo acorralado, con unos brazos a sus costados sosteniendo el cuerpo para evitar accidentes. Reigen estaba temblando, por dos cosas,
Una: pudo haber sido fatal si no hubiera sido por los reflejos de Mob
Dos: su cara estaba a centímetros de los pechos del contrario, estaba seguro que podría sumergir la cabeza allí y se correría en sus pantalones de inmediato.

-Mierda....¿Esta bien Reigen?-
Pregunto asustado, tenía miedo de haberlo lastimado.

Listo, el insulto rebasó los sentidos de Reigen, toda secuencia de imágenes que se la pasó por la cabeza era inimaginable y solo habían pasado 5 segundos.
Ya empezaba a sentir la ropa apretada y más en sus pantalones, por inercia quiso cerrar las piernas pero lamentablemente la pierna del contrario esta en medio de estas, "Cliche" pensó Reigen.

-S-Si, ¿tu estás bien?-
Mentía, por supuesto, la habilidad de Reigen.
Pero, ¿tuvo que preguntar? Obviamente no, ya que accionó que el contrario quiera levantarse y que en el intento se resbalara por la única maldita gotera que había en el edificio, aunque tuvo su ventaja, hundir su nariz en aquellos pechos del hombre, inhalo profundamente la colonia del tipo, tan varonil que se le ponía los pelos de punta, deseaba quedarse así por siempre, pero mala suerte la de el, le sangraba la nariz [por el impacto obvio]y manchó toda la polera del sujeto, Mob al ver esto pensó que había matado al hombre.

.              .              .

-L-Lo siento Reigen-
Se disculpó con la cabeza agachada por la vergüenza.

-No pasa nada-
Con un pañuelo en su mano sosteniéndolo en su nariz y la otra tapando con su saco la posible erección que tendría por andar pensando cosas indebidas de el y su compañero.
-Manche tu polera, creo que tengo una camisa de sobra en aquel mueble.-
Señalo antes de levantarse pero Mob lo detuvo y lo guió hasta la pequeña mesa que Reigen usaba para comer alguna veces.

-yo iré por ella, mientras prepara la mesa, traje el almuerzo.-
Le dio una calida sonrisa que hizo que su corazón se acelerara.

-Ok..-
Mientras acomodaba la comida, [que alababa a Mob por las hamburguesas que trajo], miraba de reojo al sujeto que estaba buscando una camisa acorde a su cuerpo. Le rezaba a todos los dioses que existieran para que pudiera ver al menos un gramo de su piel desnuda, pensar asi de su ayudante esta mal, pero no podía evitarlo, ese hombre era lo que estaba deseando por años.

Si, era gay, a los 15, cuando se enteró que los del club atletas y los del fisicoculturismo lo ponían más duro que una piedra, no es solo eso, también tuvo un amorío con un chico que quedó en el olvido. (Por supuesto que no era virgen) Después de la preparatoria, pasó dos años en la universidad para dejarla por problemas económicos, pero tuvo una vida bastante agradable y divertida.

Sigamos con lo que estábamos, en que Reigen básicamente quería ver a Mob sin polera, ver los músculos que se notaba a kilómetros que hizo ejercicio desde muy joven.

-¿Esta no la usara?-
Indagó sin mirar al mayor quien respondió con un "Ajá",  dicho eso comenzó a desvestir su torso.

A todo esto, Reigen se estaba muriendo en silencio, tenía razón, todo su cuerpo estaba trabajado, tenía cicatrices y eso lo hacía ver más sexy de lo que ya se veía. No sabía cuánto más se retendria de abalanzarse y hacer cosas sumamente ilícitas con el muchacho.

-¿Reigen? ¿Estas bien?-
El fortachón se acercó y posó su mano en la frente del contrario para ver si tenía fiebre, -estas muy rojo-

-S-Si, claro que estoy bien, es por la humedad-
Se saco la mano de su frente y comenzo a comer ignorando el hecho de que en cualquier momento la camisa del contario se romperia por lo apretada que estaba.

Mierda...

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