My Last Chance (Fred Weasley Fanfic)

Capitulo III

Los gemelos salieron de oficina de Cressida, ella estaba tan contenta por empezar a trabajar que no se había dado cuenta que Nixie no estaba en la tienda en los momentos que ella llegó.

"Ya vendrá" pensó y se dispuso a trabajar.

Abrió las cortinas, se dio cuenta de que la oficina estaba llena de polvo, y decorarla a su gusto llevaría algo de tiempo, necesitaba limpiarla, pintarla, llevar las cosas con las que trabajaría, etc.

Dejo eso para después y comenzó a realizar las adaptaciones que George le había sugerido, cambios a la letra en uno de los empaques y un naranja más brillante.

Bajo rápidamente para ir al baño, y en el camino se encontró a la persona que tanto deseaba ver.

-¡Nixie!

-¡Grindelwald! ¡Dios!

Ambas chicas se abrazaron, se extrañaban tanto, habían deseado verse pronto, eran casi como hermanas, y estaban seguras de que si por sangre no lo eran, de corazón si.

-¡Te extrañe tanto tonta!

-Y yo a ti, siempre que te vas Francia se siente muy sola.

-Lo se, también me pasa, lo bueno es que ya estás aquí, y podemos estar juntas ¡todos los días!

-Si, por cierto... saluda a tu nueva compañera de trabajo.

-¡Oh Dios! ¡Lo sabía, sabía que te lo darían! Eres excelente y ellos son inteligentes, obviamente no se iban a quedar sin tus diseños.

-Me alegra, no sabes lo mucho que esto significa para mi, mi padre... mi padre cambió el trato -dijo algo preocupada.

-¿Como?

-Linda ven a ayudarme con algo -grito George desde el piso de arriba.

-¡Ya voy! Escucha tengo que ir, pero esta plática está pendiente y tienes que contármelo todo.

-Obvio, pero tranquila, corre y ayuda a tu novio -dijo la castaña riendo.

Ambas se miraron burlonas para irse a sus respectivos puestos.

Cress estuvo trabajando un rato cuando dieron las tres, era obvio que estaba tan concentrada que no se había dado cuenta de la hora, al ver que ella no había salido de su oficina Fred se dispuso a decirle que era hora del descanso.

Cuando Fred llegó a su puerta escuchó que Cressida hablaba con alguien por teléfono.

-No, yo... encontré trabajo, y la verdad es que estoy muy contenta, les encanto lo que hago y voy a demostrarte que no me equivoqué.

Fred se preguntaba quién podría ser la persona al otro lado.

-Lo se, yo, se cual es el trato, y si te decepciono, se que es lo que debo hacer.

Era extraño, se escuchaba triste al hablar y algo preocupada, Fred no quería interrumpirla, sonaba importante.

-Lo se papá, adiós.

Fred sintió eso como una señal para entrar por fin, entró sutilmente tocando la puerta viendo los ojos de la chica algo rojos, como si estuviera conteniéndose de llorar.

-Lo siento, no quería interrumpirte, solo venia a decirte que es la hora de la comida, por si quieres descansar un poco.

La chica respiro y asintió con una sonrisa.

-Gracias Fred

-Oye yo... no se si ibas a comprar algo pero, tengo comida extra, ya sabes me equivoqué con mi orden y pedí algo como para tres personas, pensé que quizá te gustaría...-estaba tan nervioso- ya sabes podríamos comer juntos.