End game [loki y tú - 3eratemporada]

[36. La ducha]

Un rato después, organizaron su habitación y lavaron los platos, hasta que la rubia recibió una llamada proveniente de su teléfono.

—¿Hola?

—¿Vives sola y entonces olvidas que tienes un hermano?

Rodó los ojos con gracia, secándose las manos.

—Por favor, Steven. No seas dramático.

—¿Cómo no quieres qué lo sea? ¿Llamas a Wanda pero no me llamas a mí?

—¿Tú sabes cocinar?

—Ah, pues no.

—Pero Wanda sí, ahí tienes una respuesta del por qué la he llamado a ella.

—Tienes un buen punto, no discutiré. —comentó con diversión— ¿Qué tal ha estado tu nueva vida con Loki hasta ahora?

—Ha sido bastante genial, hasta ahora no tengo quejas.

—Él es bastante educado, organizado y perfeccionista, así que creo que no tendrás problema alguno.

La ojiazul observó de reojo a su novio, quien organizaba los platos de la alacena todos en un mismo lado, separándolos por tamaños, colores y formas.

—Tienes razón.

—¿Y planean invitarnos a su nuevo lugar?

—Lo hemos estado hablando, tal vez podamos hacerlo mañana. Es cuestión de buscar la forma de contactarse con su familia.

—¿Con familia te refieres a...?

—Frigga y Thor.

—Oh, perfecto. No creo poder lidiar con tu suegro sin querer clavarle mi escudo. —suspiró aliviado— Bien hermanita, entonces te llamaré más tarde. Envíale un saludo a Loki de mi parte.

—Lo haré. Te quiero, Steve.

Colgaron la llamada, y ella se giró, chocando con el cuerpo de su novio, quien le sonrió ladeadamente.

—Mi hermano te envía saludos.

—Gracias. ¿Así que finalmente sí haremos una fiesta en el nuevo departamento?

—Sí, seremos unos anfitriones estupendos. —sonrió— Pero, ¿cómo le diremos a tu familia?

—No te preocupes por eso, me encargaré.

Se dieron un beso de pico, que el dios profundizó un poco más al posar sus manos en la cintura de la mujer, acariciando sutilmente la zona, ella hizo una mueca graciosamente coqueta en medio del beso.

—¿Algo que tengas en mente, señor seducción?

—Tal vez unas cuantas cosas, hermosura rubia.

—¿Ah sí? ¿Puedo saber cuáles son?

—Varias cosas que te involucran a ti, a mí, una ducha y poca ropa, ¿qué opinas?

—Es una grandiosa idea.

El pelinegro la tomó por los muslos para levantarla, mientras volvían a besarse de manera lenta, dirigiéndose hasta el baño de la habitación principal, en medio del camino sus prendas fueron esparciéndose por el suelo y los besos se volvieron cada vez más apasionados.

—No podíamos esperar para estrenar el lugar, ¿verdad? —musitó ella de forma burlona.

—Por supuesto que no.

Desabrochó su brasier, dejándolo en el suelo, mientras el hombre estiraba una mano para abrir la llave de la ducha, de esa forma pudieron entrar y así el agua comenzó a resbalarse por sus cuerpos.

—Esto es nuevo...

—Y créeme que te encantará.

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La estampó contra la fría pared de mármol, bajando su ropa interior mojada, a la vez que sus labios se posaron en su resbaladizo cuello, haciéndola jadear levemente y que sus manos se dirigieran inmediatamente a sus cabellos negros.

Ambos acariciaban sus húmedos cuerpos debido a la creciente excitación que se hacía en el ambiente, el dios del engaño subió sus manos por su trasero, delineó su cintura y finalmente llegó a sus pechos, donde masajeó a su gusto.

—Tienes un cuerpo precioso. Es un maravilloso templo al que iría todos los días.

Bajó una de sus manos nuevamente, hasta llegar a su entrepierna, donde jugueteó un poco con la zona, generando fricción y que así el calor corporal de la rubia aumentara cada vez más.

—Hmmm, Loki...

—Déjame prepararte, dulzura.

Siendo muy cuidadoso, apasionado y delicado, introdujo dos dedos en su cavidad, haciendo así que su acompañante tirara la cabeza hacia atrás, soltando un gemido placentero, luego comenzó a embestirla con suavidad. 

La sensación era aún más placentera si había agua de por medio, el ojiazul tenía razón.

Le estaba encantando.

Minutos más tarde sacó sus dedos, bajando delicadamente a la chica, de forma que quedó de pie en el lugar, luego la volteó para que así quedase de espaldas a él, apoyando su cuerpo y rostro sobre la pared de la ducha. Besó, lamió y mordisqueó distintas partes de su espalda, hasta que finalmente se alineó a su cavidad, entrando en ella lentamente.

—¡Ah, Loki!

Aquel gemido sólo consiguió excitarlo más, por lo cual comenzó a embestirla con algo de fuerza, sujetando sus caderas para atraerlas hacia él en cada estocada.

Los jadeos de ambos resonaban en el baño, al igual que los sonidos de sus cuerpos chocando entre sí.

—¿Te gusta, linda rubia?

—Me encanta...

Enredó una mano en su pelo mojado, jaloneándolo levemente mientras continuaba embistiéndola, así pudo acercar su rostro más al suyo y darle un apasionado beso en los labios. Ella soltó un grito ahogado, dando a entender que estaba a punto de llegar al orgasmo, sin embargo aguantó hasta que él llegara también, lo cual no tardó en suceder, pues una oleada de placer recorrió su cuerpo cuando sintió como éste liberó presión

—Wow, eso fue...

—Genial. —completó el, acariciando su mejilla— Creo que tendremos que pagar una cuenta muy cara en el recibo de agua de ahora en adelante.

Ambos rieron divertidamente.