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Capítulo narrado.

5 de abril de 2007

Un día más de clases, un jueves completamente normal, como el resto de días. O eso pensaba el peliblanco mientras ingresaba a la institución con su mochila colgando de un hombro y sus manos metidas en los bolsillos delanteros de su pantalón y la mirada igual de perdida que sus ideas.
Atravesó el pasillo principal del instituto a paso lento, hoy era una de esas pocas veces en las que llegaba temprano a clases así que no tenía prisa de hacer nada, pero a la vez pensaba en aprovechar que no había casi nadie en los pasillos para hacer tu típica rutina de dejar cartas escritas por él en el casillero de Rich sin que lo vieran.
Después de unos pocos pasos más, divisó la dichosa taquilla del pelinegro y se encaminó hacia éste con su pequeña carta en mano, lista para ser introducida dentro de la taquilla como un día normal más.

Oh, pero éste día iba a tener algo distinto al resto.

Al acercarse al casillero de Rich se llevó una, no muy grata, sorpresa. En la puerta de éste había un post it pegado con un mensaje escrito, un mensaje pequeño, pero que causó gran decepción en Killer.

"Hey, admirador secreto o como sea que te llames:
Escribo esto con la intención de pararte por una vez, ya no me escribas. No te quiero a ti ni a tus estúpidas cartas. "

La última oración estaba remarcada de forma brusca, lo que causó aún más impacto en los sentimientos del pobre Killer.

Arrancó el post it de la puerta de la taquilla y lo guardó en uno de sus bolsillos, para después agarrar la carta que le iba a dejar a Rich ese día y romperla en pedazos con furia, tirando los restos de esta al suelo, sintiéndose herido e idiota.

Pero tuvo que reprimir esos sentimientos ya que empezó a ver como el resto de alumnos entraba al pasillo donde él estaba, y lo que menos necesitaba en ese momento era que lo descubrieran con "las manos en la masa".
Rápidamente se puso en marcha hacia su salón de clases, cabizbajo y con mil frases hirientes resonando por su mente.
Entró al salón que le correspondía en esa hora y se sentó al fondo del aula, sacó el papel que minutos antes había guardado en sus bolsillos y lo dejó sobre el pupitre, leyéndolo una y otra vez, grabandose aquel texto en su mente con el propósito de acostumbrarse a ese rechazo indirecto por parte del chico que le gustaba.

—Si es que soy tonto tío, solo a mí se me ocurre escribirle cartas a alguien en vez de declararme como una persona normal, soy tontísimo. — susurró Killer, reprochandóse a sí mismo.

—¡Hola! ¿Qué decías? — lo sorprendió Ceci sentándose en el asiento de al lado.

—¡N-nada! — contestó y con rapidez escondió el post it para evitar que su amiga lo viera.

La pelinegra empezó a contarle algo que Killer ni escuchó, solo contestaba un "ajá" o asentía como forma de contestarle y fingir que la estaba escuchando cuando en realidad estaba concentrado mirando el asiento donde cada día se sentaba Rich, estaba vacío y eso era algo raro, Rich era uno de los más puntuales en llegar.

—¿Puedes dejar de pensar en tu amorcito y escucharme, Rubén? — cuestionó Ceci chasqueando los dedos frente a su cara.

—Eh. Sí. ¿Qué decías?

Ceci iba a volver a hablar, pero el timbre de inicio de clases sonó y el profesor entró, interrumpiendola. La joven bufó y susurró un "luego te cuento".

Killer se acomodó en su asiento y se dispuso a prestar atención a la clase, deseando que el tiempo pasara rápido y pudiera irse a casa de una vez.

















































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son las 2 de la mañana y tenía ganas de actualizar aunque me quedó medio meh. aún así, espero que le guste.

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