• 19 •

705 71 22
                                    

Paró en seco y giró sobre sus talones.
O Rich acababa de hablar dormido o el alcohol que había ingerido le estaba haciendo efecto.

—¿Q-qué?...-susurró en voz baja.

—Quédate...por favor.

Arrastraba las palabras, culpa de su estado más el sentirse somnoliento.

—E-estás diciendo tonterías, ya tengo que irme-se excusó.

—Killer, quédate...por favor.

Esa fue la gota que colmó el vaso, Rich realmente era su debilidad.
Suspiró y se acercó lentamente al más bajo, sentándose en la punta de la cama.

—No sé porque me pides que me quede...

—N-no quiero estar solo, no de nuevo...—contó, con la voz apagada, aún recostado.

A Rubén se le estrujó el corazón, nunca pensó en ver a Ricardo en ese estado, parecía tan indefenso.

—Pero, no estás solo, tienes amigos y—fue interrumpido.

—No me conoces en absoluto, no te guíes por lo que aparento—dijo firme.

Killer asintió levemente, sintiéndose avergonzado por lo que acababa de decir y porque notó como la mirada ajena estaba fija en sus labios mientras se sentaba en la cama.

—¡P-para!—exclamó cuando Rich comenzó a acercarse más a él.

—Es sólo un beso, no me seas así...

—Estás tan borracho que tu aliento apesta a alcohol, no sabes lo que estás haciendo—protestó.

—Vale, perdona eh—volvió a acostarse.

—Ya me voy, pronto amanecerá—se despidió.

—Adiós Killer.

Evitó volver a mirarle y se puso de pie, saliendo a paso rápido para irse lo más pronto posible de esa casa. Al salir fuera observó el patio ya vacío, hecho un desastre y a sus amigos esperándole.

—¿Por qué no os habéis ido?

—Ceci quiso esperarte y no iba a dejarla sola—contestó Kau, con la morena dormida sobre su hombro.

—Es que pasaron cosas, perdón por la tardanza. Vámonos—dijo zarandeando a su amiga para despertarla.

Y una vez listo, se fueron rumbo al hogar del peliblanco.
Cecilia y Kaumaru conversaban durante el camino, mientras que Killer se preguntaba que hubiese pasado si no hubiera alejado a Rich.

¿Se habrían besado? ¿Él empezaría a reírse porque sólo le estaba haciendo una broma? ¿Por qué Rich se había sincerado de repente con él? ¿A que se refería a que no quería estar solo? Y más preguntas que le hacían ruido.

—Espero que si vuelve a pasar, sea en una situación mejor...

—¿De qué hablas?—cuestionaron sus amigos.

—¡N-nada!—río nervioso.

—Vale...—le contestó la chica con cierta desconfianza.

—malditos pensamientos en voz alta...—cuchicheó reprochandose a sí mismo.

↬Cartas | killerrich↫ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora