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capítulo narrado.

—Volví —habló el albino cerrando la puerta de su casa detrás de él.

—Hey ¿no tendrías que haber vuelto hace tres horas? —preguntó Kolo, bajandóle el volumen a la televisión de la sala.

—No empieces a ser igual que papá y mamá, por favor —respondió arrojando su mochila hacía uno de los sofás libres.—hablando de ellos, ¿dónde están?

—se fueron hace un rato, ya sabes, sus viajes de negocios—dijo lo último con tono de burla.

Killer rodó los ojos, ya era costumbre que sus padres se fueran de viaje y le dejasen con Kolo, pero aún seguía molestandóle el hecho de estar tan poco tiempo con ellos.

—Vale, me voy a mi habitación—siseó de mala gana.

Sin dejar contestar a su hermano, subió las escaleras en dirección a su habitación, una vez dentro de ésta se dejó caer a la cama boca abajo, sin ganas de nada.

Luego de un rato en esa posición, se giró quedando boca arriba, con la mirada perdida en algún punto del techo de la habitación. Hasta que unos golpes en la puerta le hicieron volver a la realidad.

—Pasa —levantó la voz para que el otro le escuchara.

—¿Estás bien hermanito?—soltó sentándose en la silla del escritorio.

—Claro que lo estoy, ¿por qué la pregunta?—se incorporó hasta quedar sentado en su cama.

—Siempre estás de buen humor y hasta parece que transmites buena energía, y hoy no es así—Killer elevó una ceja al oír esto.

—Pero si estoy de maravilla Kolo, no te inventes cosas—río.

—El tal Rich ese, ¿tiene algo que ver en qué estés así, verdad?—cruzó sus brazos, apoyándose más en la silla.

El peliblanco no supó que contestar a eso, se volvió a dejar caer en la cama, pero esta vez de espalda y tapándose su rostro con las manos.

—Sabía que era eso, ¿qué pasó hoy con él?—suspiró al acabar la pregunta.

—Nada, nunca pasa nada con él, ni siquiera me conoce—confesó.— y dejemos el tema, por favor.

—Sabes que no tienes que guardarte lo que sientes, menos conmigo, soy tu hermano—reprochó.

—Sí sí y sí —bufó.—¿qué hora es?

—Van a ser las siete, ¿por?—dijo mirando el reloj de la pared.

Rubén se incorporó de un brinco mientras su mirada mostraba preocupación y culpa.

—Mierda, quedé con Ceci hace media hora en el parque—se puso de pie rápidamente, sufriendo un pequeño mareo al hacerlo, mientras buscaba algunas cosas.

—Te dejo entonces, no te tardes más— Kolo se levantó y salió de la habitación, viendo como su hermano asentía con la cabeza mientras le daba la espalda.

Se apresuró en tomar su móvil, llaves y billetera, no había tiempo para nada más. Ceci era su mejor amiga y siempre le dejaba pasar todo, pero a la chica realmente le molestaba la impuntualidad.

Bajó corriendo las escaleras y murmuró un simple "adiós" despidiéndose del otro chico para luego salir de la casa y cerrar la puerta.

Una vez fuera, empezó a caminar rápido, sin llegar a correr. El parque quedaba a pocas cuadras de su casa pero ya se había tardado bastante y no quería hacer enojar a su amiga.

Al llegar al dichoso lugar, buscó con la mirada a la chica. Cuando la encontró se dirigió hasta ella.

—¡Ceci!—la llamó, ya que estaba de espaldas.

—¡Hola Rubén!—contestó con su típico tono alegre.

Pero Killer frenó de golpe, la morena estaba acompañada de alguien más y al identificar quién era la otra persona inmediatamente sintió el calor subiendo hacia sus mejillas.

































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wa


↬Cartas | killerrich↫ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora