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Capítulo narrado.

—Me cachis— dije al ver la hora en el despertador que estaba sobre mi mesa de luz.

Me había despertado 40 minutos tarde. Me levanté casi de un salto y corrí al baño para echarme agua en la cara rápido y volví a mi habitación.

Estaba hecha un absoluto desastre. Libros, ropa, lápices y demás cosas estaban en todos lados menos en sus correspondientes lugares, a veces podía llegar a ser muy desordenado, pero no era momento de reprocharme ese mal hábito.

Me vestí y preparé lo más rápido que pude, agarré mi mochila con mis cosas y sin siquiera desayunar, tomé mis llaves y salí caminando de casa a toda prisa.

Estaba llegando tarde a clases, y eso, me preocupaba bastante a pesar de no ser la gran cosa.
¿El delegado de clase, llegando tarde? sí, mi día acababa de comenzar y ya parecía un cliché donde la protagonista agarra una tostada y sale corriendo con ella en la boca, aunque yo no tenía una tostada.

Sacudí mi cabeza para quitar esa idea de mi mente, definitivamente, dormir poco por quedarme jugando Minecraft toda la noche me hacía pensar tonterías.

[...]

Después de un trayecto, el cual se me hizo eterno, hacía el instituto, llegué y entré mientras sentía como algunas miradas se posaban fijamente en mí.

Que sí, ya sé, soy conocido por ser delegado y bla, bla, bla. Pero seguía sin acostumbrarme a que me mirasen o prestaran tanta atención.

Estaba a nada de llegar a mi salón de clases cuando el timbre que anunciaba el final de estas y el comienzo del recreo, tocó. Suspiré frustrado, me había perdido la primera clase del día.

Vi como algunos alumnos empezaban a salir así que esperé a que el salón se vaciara para entrar.

—¡Buen día, Rich! — me saludó alegre Ceci cuando pasó a mi lado, acompañada de su amigo de pelo blanco.

Yo le dediqué una pequeña sonrisa, y pude ver como el acompañante de Ceci se sonrojaba un poco.
Ignoré lo que acababa de pasar y entré al aula y dejé mis cosas en mi asiento, para luego salir en dirección a la cafetería, me moría de hambre.

—¡Rich! — me llamó Zady, que venía caminando con prisa hacía mi.

—Hola Zady, tío— contesté.

—Ni tío ni hostias, ¿cómo es eso que estuviste con Farfadox luego de la fiesta, el sábado? — preguntó agarrándome de los hombros.

—¿Eh? ¿De qué hablas?

—Es la cuarta vez que escucho a la gente murmurar eso, ven, vamos con los chicos a la cafetería, queremos saber todos los detalles — dijo dándose media vuelta.

—Adelantate, voy a buscar algo a mí taquilla y voy para allá. — dije y él asintió para lugar dirigirse al comedor.

Fui en dirección a mi taquilla mientras pensaba en lo que el peliazul me acababa de decir, ¿un rumor que me incluye a Farfa y a mí? venga, eso explica las miradas que recibí al llegar.

Llegué a donde estaban los casilleros e introducí la combinación en el mío, lo abrí y saqué algo de dinero que siempre dejaba ahí por si algún día me hacía falta.
Me sorprendí un poco al ver que esta vez no había ninguna carta de mi "admirador secreto" dentro e intuitivamente miré al suelo.

↬Cartas | killerrich↫ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora