III. 2 ME?¿

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Desde que vio al joven en su primera clase, no ha dejado de pensar en él, en sus pensamientos solo rondaban las facciones de aquel atractivo alfa, porque para que mentir, la primera impresión que tuvo del joven llamado Bin fue que era un famoso que por error entró a su clase de cocina. Suspiró frustrado porque sabía lo que eso significaba, pensar en alguien que acabas de conocer era demasiado peligroso para él sobre todo por todas las desgracias que ha pasado en la universidad, así que no puede darse el lujo de fantasear una relación amorosa con el alfa que acaban de transferir, sobre todo porque ese chico siempre se sentaba a un lado de él, no es que le molestara, pero si lo ponía nervioso.

Es demasiado popular. –Pensó con desagrado, pero, no era más que la verdad, los omegas babean por él y no se digan los betas, era increíble la cantidad de miradas que se ganaba solo por se buen aspecto.

Y... ¿Qué tal está el recién llegado? –Preguntó MJ, sentándose a un lado de él, tenía su hora de receso y concordaba con el horario de su mejor amigo. ¿Es guapo? –Le miró con una pizca de diversión.

Si, supongo. –Dijo vagamente ya que no deseaba hablar de eso, llevaba una semana tratando de sacar su rostro de su mente.

¿Cómo que supones? –Frunció ligeramente el ceño al ver que su dongsaeng estaba siendo un poco evasivo con su respuesta.

No puse atención en ello. –Dijo con indiferencia, rezando internamente para no sonrojarse.

Después de evadir el tema como unas cuatro veces y tomar su almuerzo, tomo sus notas para ir a su casillero y sacar los utensilios que necesitaría para realizar su clase de repostería nivel tres. Al tomar sus materiales se percató que había una carta blanca...

¿Esto es para mí? –Lo tomó, estaba casi seguro que se habían equivocado de casillero. ¿No se habrán equivocado? –Volteó el sobre para ver si tenía remitente, gran sorpresa la que se llevó al ver su nombre escrito de manera perfecta. ¡Si es para mí! –Sonrió ligeramente, con ansias se apresuró a abrir el sobre y comenzar a leer el contenido...

Eres tan hermoso, pero, cuando te veo de cerca luces diferente, nuestras miradas se cruzaron y para mí el tiempo se detuvo, mi corazón se inclina hacia ti... Me enamoré rápidamente a simple vista, ya llegará el momento en el que te enamores de mi...

-126

¿Qué haces Hannie? –Preguntó MJ haciendo que el menor diera un ligero salto del susto.

Nada. –Trató de esconder la carta, pero, todos sus esfuerzos fueron inútiles.

¿Tienes un admirador secreto? –Sonrió nuevamente con picardía.

Tal vez se equivocaron. –Esperaba que su hyung le creyera.

Pero, ahí dice Sanha. –Señaló, Sanha cerró sus ojos con pesar.

¿Y si solo es una broma hyung? –Le cuestionó, ya que si, estaba muy bonita la carta y todo, pero ¿quién le garantizaba que eso era verdad y no una broma? MJ ni tarde ni perezoso abrazó a su menor, como odiaba cuando Sanha sacaba sus inseguridades, él es hermoso por eso las personas siempre buscan hacerlo sentir mal.

Hannie, ya te lo dije que eres muy lindo. –Picó una mejilla para levantarle el animo, y si que funcionó ya que salió una ligera risa.

Vamos llegaremos tarde a la clase. –Le sonrió para después avanzar, a pesar que ya no se sentía tan mal por ese pensamiento que le surgió, aun tenía esa sensación amarga por esa posibilidad.

Los grandes amigos se fueron a su clase de repostería, sin saber que a unos metros cierto alfa que estaba al pendiente presenció todo. Ahora que sabía que sus suposiciones eran ciertas, estaba decidido a esforzarse el doble con tal de conseguir el amor de su omega.

Jóvenes, hoy veremos la técnica de marmoleados en pastel. -Dijo el maestro sacando sus apuntes para tomar la asistencia. ¿Algún voluntario para explicarlo? –El alfa entró en silencio ya que no quería interrumpir al maestro con sus indicaciones. Señor Moon, tiene un retraso de seis minutos. –Le miró esperando una excusa.

No volverá a pasar. –La pobre respuesta hizo que el maestro frunciera el ceño sutilmente.

¿Por qué no nos hace una demostración de lo que son los marmoleados en pastel? –Bin sonrió ligeramente, ya que el maestro solo quería mostrar su autoridad, el alfa bufó de lo divertido que podía ser este maestro, eso lo vio desde primer semestre y tanta práctica logró perfeccionarlo en Inglaterra.

Bin sacó con elegancia sus utensilios de cocina para disponerse a prepararlo, su explicación era precisa acordé a sus movimientos, no hablaba demás para no revolver a sus compañeros, quiénes estaban fascinados por ver al alfa haciendo el merengue de manera perfecta, Sanha por otra parte estaba embobado por la cara de concentración de Bin, si sus facciones tensas lo hacían ver más rudo, pero, a la vez siendo lo más delicado con cucharear el merengue al pan.

Varios tipos de celeste jugaron en el fondo junto con un poco de merengue blanco. Y así, poco a poco los colores se van mezclando de manera armoniosa. Una imagen sublime digna de admirar...

Bien pueden tomar asiento, espero que la explicación del señor Moon haya sido un buen ejemplo de como se ejecuta está técnica a la perfección. –Dijo con un poco de molestia al ver que su alumno está demasiado adelantado a su semestre, miró su reloj asegurando que tuvieran el suficiente tiempo para terminar su pequeño ejercicio. Su tiempo comienza ahora. –Los alumnos se apresuraron a sacar todos sus materiales y comenzar con el ejercicio, el maestro aclaró su garganta, para dirigirse al joven. Señor Moon, como usted fue el primero en realizarlo y explicarlo, me gustaría que fuera de apoyo a los estudiantes que se les dificulte la técnica. –Le miró en espera de una afirmativa. Tengo que ir por un momento a la sala de maestros.

Si. –Volteó hacia su mesa de trabajo, mirando su pastel que aun le faltaban detalles en su diseño. Aunque todavía me falta por terminar de decorar mi pastel, si alguien necesita de mi ayuda, iré.

Gracias. –A pasos apresurados se fue a la sala de maestros por unos papeles que se le olvidaron por las prisas, servirían como rubrica para el siguiente ejercicio en su clase. Fue revisando de mesa por mesa, asegurándose que ninguno de sus compañeros tuviera problema con la técnica, con un poco de nervios bien disimulados se acercó a la mesa de Sanha.

Vas muy bien. –El chico le miró con sorpresa, era raro que un alfa se le acercara sin la intensión de insultarlo. Solo trata de no excederte con el color ya que se hará pastoso y no lo presiones tanto. –Le miró las pinceladas tensas que le estaba dando al pastel, le tomó de su mano para dirigirlo. Para Sanha el tiempo se detuvo, mientras que para Bin sentía como cada parte de él recibía leves cosquilleos, controló nuevamente su respiración y continuó enseñándole como embarrar el merengue. ¿Lo sentiste? Debe ser suave como si lo estuvieras acariciando. –El menor asintió, sintiendo sus mejillas ardiendo.

Si, eso me servirá para el futuro, gracias sunbae-nim. –Trató de disimular su timidez ante el intimidante y apuesto alfa que estaba a su lado.

No me gusta las formalidades, puedes llamarme Bin. –Sonrió, el alfa internamente estaba gritando de alegría por lograr según él verse genial a los ojos del menor, alguien en quien confiar. Sanha se sentía tímido por lo que le acaba de pedir el alfa, pero, quien era él para desaprovechar esa confianza, tal vez podría hacer otro amigo.

Muchas gracias Bin. –Sonrió.

Cualquier duda que tengas estaré en mi mesa. –Sin más Bin se retiró, ya que no quería terminar diciendo o haciendo algo de lo que pudiera después avergonzarse.

Su hyung estará orgulloso de su gran hazaña...

Cartas para San Valentín | BINSANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora