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Capítulo 40 - Cartas

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Capítulo 40 - Cartas

"¡Ay! ¡Pequeña perra!" maldijo cuando una descarga de electricidad golpeó su mano. "¡¿Qué te pasa?! ¡¿Por qué sigues haciendo esto?!"

A quien le estaba gritando no era una persona sino un objeto inanimado. Harry Potter estaba nuevamente discutiendo con su varita.

Desde un lado, Bellatrix se rió al verlo. Todavía estaba maravillada por la demostración de inteligencia de la varita. Desafortunadamente, la fabricación de varitas y la tradición de varitas no eran sus áreas de especialización. Habría tenido un día de campo estudiando la varita de saúco y la varita de abeto aparentemente inteligente si hubiera sido una fabricante de varitas como Ollivander. Tal como estaban las cosas, ella no podía ayudarlo con nada.

"¡Mira, te lo dije, no es así!"

Después de pasar dos años con la varita luchadora, Harry de alguna manera había comenzado a comprender hasta cierto punto los sentimientos/emociones que proyectaba.

"No tienes por qué estar celoso, ¿sabes? En todo caso, deberías estar feliz, acabas de tener una hermana".

La varita zumbó ruidosamente sobre la mesa, expresando bastante su desacuerdo.

Harry se frotó la frente mientras exhalaba ruidosamente por la nariz. Al final, no pudo hacer nada más que levitar su varita sin varita y volver a guardarla en su funda en la cintura.

"¿Todavía está enojada contigo?" preguntó Bellatrix, su voz goteando diversión.

Se rió con impotencia y dijo: "Nunca pensé que llegaría un día en que mi varita me acusaría de hacer trampa. ¿Cómo es tan inteligente de todos modos, no tiene sentido? ¡Se supone que las varitas no son sensibles!"

Se rieron juntos ante la idea de que Harry "hiciera trampa" con su varita.

Cuando agarró la Varita de Saúco de la otra funda en su cintura, la varita de fibra de corazón de abeto y dragón vibró molestamente contra la piel de sus caderas. La varita claramente no tenía nada de eso. Death's Stick o no, el hecho de que Harry estuviera de acuerdo con la idea de tener una segunda varita parecía ser la última forma de traición.

Caminó de un lado a otro por la sala de estar, distrayendo a Bellatrix, que estaba leyendo un libro en el sofá mientras tomaba una taza de café.

"Estás siendo molesto, ve a jugar afuera o algo así. Hoy no llueve, sal y vuela en tu escoba. Diviértete".

"Simplemente no sé qué hacer, ¿de acuerdo? No es como si pudiera usar la Varita de Saúco abiertamente. Sería como anunciar que soy yo quien sospechan que es su asesino en serie. Pero no quiero que me engañen". otra varita tampoco. A pesar de lo molesta que es a veces, se ha vuelto loca conmigo".

Bella resopló divertida ante su dilema. Para Harry, sin embargo, no fue tan divertido. Se había encariñado con su varita de fibra de corazón de abeto y dragón durante los últimos dos años. Temperamental como era, la conexión que sintió con su varita no se parecía en nada a lo que había experimentado con otras varitas. No era solo una herramienta como la Varita de Saúco o como las varitas de su vida anterior. Su conexión con la varita de abeto era más íntima, casi como tener un amigo a su lado en todo momento.

"Deberías ponerle un nombre. Podría aumentar tu intimidad con ella y hacerla sentir más especial", dijo Bellatrix con una sonrisa.

"¿Debería darle un qué ahora?" preguntó con un resoplido de risa.