¿Atrás? Realmente no

Capítulo 8 - Harry y Fleur

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Capítulo 8 - Harry y Fleur

Pasaron cuatro años desde el asesinato de la familia Weasley a manos de Voldemort y sus seguidores. Atrás quedaron sus días agotadores pero felices como jugador profesional de Quidditch. Atrás quedaron los días en que había comenzado a disfrutar de su fama como superestrella de Quidditch. Solo quedaba un hombre sombrío y valiente, un Hit-Wizard feroz y despiadado con docenas de asesinatos en su nombre. Solo un hombre obsesionado con la venganza.

Cuatro años encabezando una guerra amarga entre el Ministerio de Magia y los Mortífagos ... Cuatro años persiguiendo a un escurridizo Señor Oscuro que siempre huía con solo verlo ... No podía entender por qué el Señor Oscuro estaba evitándolo como la peste. Había rumores de que Voldemort le tenía miedo, pero Harry no estaba tan lleno de sí mismo como para creerlos. Sin embargo, envalentonado por el hecho de que el Señor Oscuro evitó una confrontación frontal contra él, Harry se lanzó contra sus seguidores con más crueldad que antes. Perdió la cuenta de cuántos Mortífagos habían caído bajo su varita.

Pero después de cuatro años, finalmente había logrado arrinconar a Voldermort. Con hechizos y maleficios que habían sido lanzados de antemano por un escuadrón capaz de Aurores, el Señor Oscuro no pudo Apparte o trasladarlo a sí mismo.

Lucharon hasta la muerte: Harry Potter, Minerva McGonagall, Filius Flitwick y Kingsley Shacklebot contra Voldemort. No había más protecciones mágicas, ni trucos secretos, ni viejas magias lanzadas por una madre moribunda para darle una ventaja injusta. Tampoco hubo más varitas rebeldes contra Voldemort para ofrecerle a Harry la victoria en una bandeja como antes. Fue una batalla mágica pura y total entre cuatro de los usuarios de varitas más hábiles de Gran Bretaña y Voldemort, uno de los Señores Oscuros más terribles de la historia moderna.

Fue entonces cuando Harry realmente se dio cuenta del abismo entre el nivel de conocimiento y habilidad que poseía y Voldemort. Aunque superado en número 4 a 1 por cuatro magos ciertamente muy poderosos y capaces, Voldemort fue el que había tenido la iniciativa durante la mayor parte del duelo. Una Campeona de Duelo, una Maestra de Transformaciones, la ex-Auror más fuerte desde la muerte de Alastor Moody (Kingsley) y un mago mágicamente poderoso y hábil (Harry Potter), los cuatro habían sido obligados a dar marcha atrás por el Señor Oscuro.

Al final se habían aferrado a la victoria, solo por casualidad, gracias a Kingsley que había lanzado una versión dominada del Encantamiento Lumos y cegado momentáneamente a Voldemort (sus camaradas habían sido señalados de antemano para que cerraran los ojos).

"Yo gané ... pero ¿a qué costo?" dijo una voz ronca a través de sus labios agrietados.

Fue una victoria pírrica. No quedaba ni una pizca del pequeño Profesor de Encantamientos, ya que había sido convertido en cenizas por el hábil uso de Voldemort de Fiendfyre al comienzo de la pelea, una Maldición Asesina impactó a Kingsley en el mismo momento en que Voldemort recuperó la vista del cegador hechizo Lumos mientras Minerva McGonagall tuvo una muerte dolorosa, vomitando sus entrañas debido a una oscura maldición de Voldemort.

El mismo Harry Potter no había escapado ileso. Justo cuando su encantamiento perforador (un hechizo que normalmente se usa para excavar en rocas y acantilados) había hecho pedazos todo el torso de Voldemort, el Señor Oscuro lanzó una maldición cortante oscura, en el último segundo. El brazo de la varita de Harry, su brazo derecho, cayó al suelo cortado desde el hombro. La Varita de Anciano todavía estaba agarrada con el rígido agarre de su miembro amputado, en el suelo. Incluso la magia no pudo reparar el daño causado por las maldiciones oscuras. Permanecería lisiado con un solo brazo por el resto de su vida.