☙ 𝑳𝒖𝒏𝒂 𝑶𝒕𝒐𝒏̃𝒂𝒍 [Kσσктαε] [+18]

Capítulo 13

Todo su cuerpo tiembla de pies a cabeza, una descarga eléctrica le recorre por completo, provocando un incendio en cada milímetro de su ser. Había estado con más chicos antes, pero nunca nadie le había hecho sentir lo que Taehyung le provocaba con cada uno de sus besos, con cada roce de sus labios.

Mientras siente su boca en su zona más íntima su cabeza no para de dar vueltas, nota su lengua rozarle en cada subida y bajada y no quiere llegar al clímax todavía, no quiere que ese momento acabe nunca.

Eleva sus pestañas y ve las estrellas en el cielo, parece que ahora brillan con más intensidad que antes o son sus ojos que están algo acuosos debido a la fuerza con la que los mantenía cerrados.

Desliza su brazo por su cuello y le agarra del mentón, haciéndole separarse de su cuerpo.

Sus pupilas se encuentran y nota que sus iris también están algo aguados, lo que otorga a sus ojos un fulgor penetrante que los hace endiabladamente bellos.

Taehyung repta por su cuerpo hasta que sus miradas quedan a la misma altura y sus bocas vuelven a chocar, parece que están en una batalla por ver quién consigue dar el mordisco más fuerte a los labios del otro.

Le agarra por la cintura y con un ágil movimiento invierte sus posiciones, haciéndole quedar ahora a él debajo de su cuerpo.

Rápidamente, escurre sus manos por su pecho hasta llegar a sus pantalones y le quita la prenda de un tirón.

Se cuela entre sus piernas y vuelve a besar sus labios, con urgencia y frenesí, mientras sus cuerpos agitados y sudorosos colisionan.

Sus respiraciones se van haciendo más fuertes, casi impidiéndoles captar oxígeno, al tiempo que su excitación aumenta.

Deposita una cascada de besos desde su oreja hasta su pecho, sin levantar apenas los labios de su piel.

Y tras unos segundos que aprovechan para tomar aire, sus miradas profundas se entrelazan, gritándose la una a la otra la imperiosa necesidad que tienen de continuar con la guerra que han iniciado.

Taehyung posa una mano en su pecho y la otra en su cintura, al tiempo que Jungkook se introduce en él, hasta el más recóndito lugar de su cuerpo, comenzando así la verdadera lucha entre ellos, una contienda de pasión y delirio.

Los movimientos suaves y lentos de sus caderas hacen que ambos se estremezcan y que sus pieles se ericen recorridas por el deseo.

Cuando sus uñas se clavan en su torso desnudo, aumenta el compás del baile, y el incremento de velocidad no hace más que acrecentar su placer, provocando que todo su cuerpo arda en proporciones desmedidas.

Vuelve a encontrarse con sus ojos y puede ver en ellos el reflejo de su propio gozo, le mira sin pestañear, sumergido en sus profundidades.

Nota su cuerpo temblar bajo el fuerte agarre de sus manos. Sus jadeos y gemidos, aunque ambos intentan reprimirlos entre sus labios, crean una perfecta armonía en la calma de la noche.

Y, justo antes del paso final de la perfecta coreografía que están interpretado, Taehyung cierra sus ojos, pasa su lengua por sus labios y aprisiona el inferior con sus dientes con tanta fuerza que prácticamente los deja sin color.

Jungkook echa la cabeza hacia atrás y eleva su vista al cielo, volviendo a centrar su mirada en el firmamento, donde ahora las estrellas parpadean rápidamente o sus ojos están haciendo chiribitas.

Y al mismo tiempo, dejan escapar un último gemido de entre sus labios, rematado por un suspiro largo y pausado, cuando su guerra culmina, quedando los dos rendidos, a la vez, tendidos sobre la fría arena.