Familia olvidada

capitulo 23

El miércoles, Hogwarts estaba más animado que desde el comienzo del período.  Quizás esto fue para compensar la disminución de la emoción de un profesor de DADA, cuya ropa permaneció obstinadamente negra.  Incluso la ropa nueva que compró terminó teniendo un destino similar, y se veía, como lo describió el profesor Evans, como una rana que había perdido el salto.

Sin embargo, Harry no podía igualar el aire del resto de la escuela, ya que su cicatriz le había dolido tarde la noche anterior, y luchó por conciliar el sueño por eso.  E incluso una vez que lo hizo, parecía que no podía permanecer así debido a los flashes de pesadilla que continuaban despertándolo cada hora más o menos.  Eventualmente, consideró que dormir era una tontería y se arrastró fuera de la cama cuando el sol apenas había salido.  Extrañamente, Jack también se había ido.

Tal vez no tan extraño, decidió mientras se ponía la túnica.  Además, al menos no tendré esa mirada preocupada, si luzco tan mal como me siento.

Harry no estaba del todo seguro de cómo se suponía que debía actuar ahora con el profesor.  Siempre había tenido problemas para aceptar cualquier cantidad de cariño de la gente, ya fueran nuevos amigos o profesores favoritos.  Sin embargo, la diferencia entre ellos y Jack hizo que su reacción fuera más fuerte.  Con los amigos, había una extraña especie de franqueza.  Ron ciertamente había emitido el aire de "Eres mi amigo y no hay nada que puedas hacer al respecto ahora", y había cierta apariencia de esa cualidad con todos sus compañeros.  Con los profesores era un poco más difícil, pero los límites profesionales que limitaban sus presentaciones lo hacían más fácil.

Jack, sin embargo, parecía sentir tantas emociones con tanta fuerza que ningún límite profesional podía contenerlas, aunque ciertamente lo intentó (pero tal vez era más exacto decir que les siguió el juego como si fueran simplemente una especie de juego).  .  A Harry le recordaba mucho a sí mismo ya otros amigos de su edad, sinceramente.  Pero el cariño de Jack por Harry no se sentía como el de un amigo, ni el de un mentor.  Honestamente, no estaba muy seguro de lo que era.

Jack Evans era un rompecabezas, de eso no cabía duda.

"Caramba, amigo, te ves horrible", dijo Ron sin rodeos mientras se sentaba junto a Harry en el Gran Comedor.

"Trata de tener un poco de tacto, Ron," reprendió Hermione.

"No dormí bien," murmuró Harry, concentrándose en su comida para no quedarse dormido en ella.

"Y hoy tenemos Pociones", se preocupó Ron mientras servía su propio desayuno.  "No puedes prestar suficiente atención a las instrucciones tal como están",

"Todo lo que digo te entra por un oído y te sale por el otro", le gruñó Hermione a Ron, probablemente sin que la escucharan.

"Gracias, Ron, lo necesitaba", gruñó Harry.

Hermione le hizo un gesto a Harry con una mirada mordaz a Ron, una mirada satisfecha en su rostro.

Ron estaba a punto de replicar cuando Harry decidió interrumpir la inminente discusión antes de que comenzara.  "¿Ya se reformaron los equipos de Quidditch?"

Distraído por el cambio de tema, Ron frunció el ceño.  "Slytherin lo ha hecho, obviamente. Evidentemente, Umbridge necesita algo de tiempo para reflexionar sobre Gryffindor".  Frunció el ceño en dirección a la mesa de Slytherin.  "Si Malfoy está tan reformado como dice Jack, al menos podría tener la decencia de parecer apenado por eso".

"Al final del día, dependía de Umbridge, no de Malfoy", razonó Hermione.

"Sin embargo, probablemente tuvo algo que ver con su padre", respondió Ron.