Separazione

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POV LEXA

Un tic-tac perpetuo se adentra en la oscuridad que me rodea.

Mi mente vaga en la oscuridad, desesperada por una luz.

Mi cuerpo se despierta antes de que esté completamente.

Sabor metálico en la boca.

Abro mis ojos.

Todo lo que soy se hace añicos.

Cada parte de mí se convierte en esos pequeños trozos de carbón roto y pisoteado.

Intento levantarme, pero mi cuerpo no me sostiene. Deben haberme drogado.

De alguna manera me arrastro hacia el carbón.

Como si de un simple polvo negro pudiera obtener alguna pista.

Sin embargo, observo que hay signos de lucha.

Solo ahora lo noto.

Las cenizas del fuego se esparcen aquí y allá.

Algunos frascos que contenían comida están volcados y rotos.

Dos marcas paralelas en el suelo, muestran claramente que has sido arrastrada por la fuerza.

Intento levantarme.

Y esta vez, aunque con dificultad, consigo ponerme de pie.

Me tambaleo hasta las mantas, que pocas horas antes nos escondieron del mundo, cómplices de nuestra danza de amor.

Colecciono las primeras cosas que encuentro.

La botella de agua.

Una manta.

El diario de tu madre.

La daga.

Mi espada.

Tu caja.

Entonces miro hacia arriba.

Tu manto rojo frente a mí.

Me adelanto y lo jalo hacia mí.

Sumerjo mi rostro en medio de esos viejos y gastados pliegues, y me parece que todavía te puedo sentir en mis brazos.

Inhalo profundamente y tu olor es un puñetazo en la boca del estómago.

Siento las lágrimas venir.

No tengo tiempo para la debilidad.

¡Tengo que encontrarte!

Después de llenar mi alforja, dejar un mensaje para Anya y Gustus, camino hacia la salida.

Algo me está bloqueando.

Algo para lo que no estaba preparado.

Hay sangre en el suelo.

No es mucho, pero verlo me hace pensar.

Tiroteo.

Me encuentro corriendo a una velocidad vertiginosa hacia el bosque.

No presto atención a cómo me muevo.

No limito los ruidos y no trato de ocultar mi presencia a los demás, como Anya me enseñó a hacer.

Ahora mismo siento a la bestia crecer dentro de mí.

Dejo que ella me guíe en la caza.

Dejo que huela a mi enemigo y me lleve hacia él.

Apenas puedo ver dos ojos color avellana que se revelan frente a mí.

Can you love me, again?  | Traduccion | ClexaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora