Mezzi ricordi

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POV LEXA

"Recuerda Lexa, pensar demasiado en combate es morir ...", me dice.

No pienses, me digo.

Es solo instinto.

Anya está sentada con las piernas cruzadas en la pared baja del techo, mirándome mientras entreno.

Casi me dan ganas de bailar mientras repito los mismos movimientos hasta el cansancio, hasta que se vuelven parte de mí.

El palo en mis manos se ha vuelto uno con ellas, y Anya insiste en que aprendo a luchar de manera excelente con ambas manos.

"¡Bien!", Me grita.

Ella está satisfecha, lo puedo ver por la sonrisa en su rostro.

"Has mejorado mucho desde el primer día ...", dice.

"Me enseñaron bien ...", respondo.

Yo también estoy feliz. Cuando dejo que mi cuerpo baile entre los distintos movimientos de una pelea, y libero mi mente, me parece que siento esa extraña, pero agradable sensación de estar de nuevo en casa.

Todo es tan familiar.

Todo huele a cosas redescubiertas, a movimientos que nunca se pierden por completo, sino que están dormidos en algún lugar de mi cerebro.

A veces, mientras repito un movimiento en particular, parece recordar fragmentos de mi vida pasada. Momentos de las batallas vividas y de las que Anya me cuenta puntualmente.

Han pasado dos meses desde mi primer día de entrenamiento.

Anya es una comandante estricta pero justa.

Me enseñó disciplina y a empujar mis límites cada vez más.

Nunca me había sentido tan en forma como ahora.

Y todas las noches, antes de irse a la cama, Anya me cuenta cómo era la vida entre nuestra gente.

Cuenta la historia de los Heda y los doce clanes, y apunto las cosas más importantes en mi mente, siempre demasiado vacía de mis recuerdos.

Acabamos de terminar la cena.

Hago todo lo posible para encender la chimenea y luego me siento frente a ella. El crepitar del fuego tiene el poder de calmarme.

Es como si a través de sus llamas pudiera quemar toda la escoria de esta vida media que estoy viviendo, dejando todo lo que queda de mí, brillar con luz reflejada y pura.

Mi mirada se desplaza hacia Anya.

Está terminando de arreglar.

Me encanta verla.

Cuando no nota que mi mirada se posa en ella, deja caer la dura máscara que siempre usa por un momento, y puedo ver un velo de preocupación asentarse sobre sus hermosos ojos.

Sé que está preocupada por Gustus.

Tiene miedo de que le haya pasado algo.

Me siento culpable. Ella se quedó aquí para cuidarme en lugar de ir a buscarlo.

Una idea se me viene a la mente, y cuanto más miro a Anya, más me convenzo de que es lo correcto.

"Quiero ir a buscar a Gustus ...", le digo.

Ella se detiene inmediatamente.

Se vuelve hacia mí.

"¿Qué cosa?".

"Quiero ir a buscar a Gustus ..", repito con calma.

"Ni siquiera sabemos dónde está ...", suspira.

Can you love me, again?  | Traduccion | ClexaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora