Capítulo 10

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Justo en el momento en que mi cuerpo dio la vuelta para encontrarme con esos ojos azules que me miraban sin expresión alguna, justo en ese momento que él abrió su boca delicadamente para dejar pasar aire, justo en ese momento que ambos nos robamos el aire a metros de distancia, justo en ese momento no vi nada más que a él en esa jodida sala repleta de humo. Justo en ese momento caí en la cuenta de que lo necesitaba.

Mi corazón palpitaba a un ritmo inhumano, sentía mis piernas flaquear.

Sus ojos penetraban los míos sin expresión alguna, ni tristeza, ni alegría, ni dolor; nada, completamente azules como siempre.

-Eh, parece que te ha comido la lengua el gato preciosa- el tal Cash cogió mi mano y yo la solté bruscamente sin quitar la mirada de Ethan que ahora me miraba con distinta expresión indescriptible.

Lo miré con dolor y a la vez con reproche y enfado queriendo que él de una vez descifrara que lo odiaba.

¿Odiarlo? ¿Yo? Jamás, pero al menos aparentarlo.

Sin más que pensar cogí mi bolso de fiesta y salí corriendo pasando por en medio de las mesas dando un toque de aire por mi carrera que en este momento tenía como objetivo conseguir la salida, irme a casa, encerrarme en mi habitación y hacer como que esto no ha pasado nunca. Volver a mi vida de conquistadora feroz y contarle quizás a Bruno todo.

Subí las escaleras levantando mis pies con fuerza para no tropezar y cuando llegue al piso de arriba tosí un par de veces ¿enserio permitían tener este humo aquí?

Divisé la puerta y como si miles de luces celestiales la rodearan suspiré tranquila parando mi carrera y abrí el pomo saliendo al limpio y natural aire de fuera.

Apoyé mi cuerpo en unas mesas que había allí y repasé con mi mente

Soy una maldita cobarde, no debería haberme importado que él estuviera allí, pero joder, como no me iba a importar.

Busqué en mi bolso el móvil pero antes de cogerlo y sacarlo del bolsillo una mano me dio la vuelta bruscamente; poco a poco me sentí de nuevo pequeña y como el mundo paró al rededor y solo veía esos ojos mieles y su cara seria.

Achiqué mis ojos y solté aire por mi boca y chocando en la suya que estaba cerca.

-¿No crees que tu novia se enfadará si te ve así tan cerca de mi?- sonreí de lado pensando en que esta era la Anais que no se empequeñece ante nadie.

-¿Qué haces en este sitio Anais? Es peligroso- unas tremendas ganas de pegarle una patada en su entrepierna me vinieron pero mordí mi labio y me limité a sonreír

-Desde cuando te preocupas por mi- no sé si fue una pregunta o simplemente una afirmación pero sus ojos azules que hace un momento desprendían frío cambiaron a unos cálidos. Apartó la vista de mi y me soltó a la vez que yo me repasaba la muñeca con mi mano por donde había estado su agarre anteriormente.

Miró al cielo dándome la espalda y negó con la cabeza repetidas veces.

-Siempre me preocupé por ti, lo sabes-
dio una vuelta en si mismo y me miró de nuevo.

Negué repetidas veces y luego levanté mi cabeza hacía él soltando una risa sarcástica y mirándolo con pena

-Si, siempre lo hiciste, pero dejaste de hacerlo- me senté en un banco descortezado que había allí y lo miré apoyando mi cabeza en mis manos -Dejaste de hacerlo de la manera más horrible- asentí para mi misma y volví a sonreír sarcástica sacando un paquete de cigarros del bolso y prendiendo uno. Solté el humo y miré al suelo sin dejar de sonreír.

-Vuelvo a preguntarte que qué hacías aquí An...-
Su voz sonaba calmada pero sabía que estaba a punto de explotar. No le hice caso, me levante y solté el humo de mi cigarro en su cara. Me quedé unos segundos con mis labios en forma de 'o' y después le sonreí sarcástica de nuevo. Aparté mi mirada de él y busqué mi móvil en mi bolso y marqué el número de Bruno dándome la vuelta para hablar como si Ethan no estuviese

-Bruno he acabado antes de lo esperado- se puso a preguntarme por qué y yo solamente rodé los ojos -¿Te explico luego? solo ven a por mi a el bar. -corté la llamada y me quedé mirando a la pared sintiendo la presencia de Ethan detrás de mi. 

Sabía que se moría por preguntar quien era Bruno cuando volví y vi su cara roja y sus ojos llenos de ira contenida.

-Sabes, me gustaría que te fueras, tal y como yo lo hice, así que ¿por favor?-señalé con la mano a la puerta que daba al recinto y le miré de forma penetrante. Él miró mi mano y luego a mi dejando su ira de lado.

-¿Quieres que me vaya Anais? -se acercó de forma peligrosa a mi. Tan peligrosa que la Anais valiente y burlándose de él hace unos momentos desapareció y quedó la Anais que cae a sus pies-¿de verdad quieres que me vaya por esa puerta y posiblemente que no nos veamos más?- me quería liar, lo sabía, quería ponerme a prueba y quería ver como todavía caía a su pies.

Doblé suavemente la cabeza mirando sus ojos para intentar descubrir algo de sinceridad en sus palabras y si de verdad estaba diciendo eso para que me quedara, pero solo vi desafío.

-¿Estas segura de que no quieres volver a verme?- sentí una punzada en el pecho y mis ojos se aguaron. Me pegué mentalmente por hacerme ver pequeña ante él de nuevo. Negué con mi cabeza e hice fuerza para no soltar un sollozo. 

-No puedo decir que te vayas...- mi voz sonó rota.

Absorbí con mi nariz y miré al suelo sintiendo como él estiraba de sus labios para dejar salir una sonrisa.
De pronto el coche de Bruno apareció doblando la esquina y levanté mi vista a él haciendo que los faros del coche me deslumbraran.
Miré a Ethan que miraba preocupado el coche pero sin quitar esa sonrisa de complacido, entonces saqué valentía, no se de donde y le miré duramente -Pero no te quiero cerca de mi- mi voz se rompió en la ultima palabra y sentía como mis piernas temblaban.
Su sonrisa se desvaneció poco a poco buscando un tono de broma en mis palabras pero no. No había broma, solamente mentira en mis palabras. Salí corriendo y me monté en el coche suspirando y tratando de aguantar las lágrimas viendo como Ethan me miraba con desafio y pena a la vez. Negó con la cabeza dos veces y se adentró en el recinto, supongo que intentando olvidar lo sucedido. Lo que yo haría, con la pequeña e insignificante diferencia de que yo no podría olvidarlo.

Bad Girl {The Begining}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora