Bad Girl {The Begining}

Capítulo 4.

Anais' point of view

Pasaron 2 días desde aquella noche, y aunque quisiera decir que todo había vuelto a la normalidad no podía, no mentiría. Si seguía durmiendo con Ethan, si, seguíamos manteniendo nuestra relación de "mejores amigos" pero algo iba mal. Lo sabia. Y no para él, sino para mi. La mayor parte del tiempo se la pasaba al teléfono o fuera, y no era algo que me molestase que saliese, era el hecho de que siempre volvía con una sonrisa tonta en los labios. Me molestaba mucho que no me lo contase. Siempre lo hacía ¿por qué no ahora? ¿por qué esa sonrisa cada día? ¿por qué ese poquito tiempo dedicado a mi cuando antes siempre estábamos juntos? No entendía nada. Y la verdad no se si seria buena idea entenderlo.

Bajé las escaleras mirando a la ventana que daba a la calle. Estaba lloviendo demasiado fuera. Nadie saldría con esta lluvia.

Rocé con las yemas de mis dedos la ultima parte de la barandilla de las escaleras y salté del escalón.

En el salón se encontraba Ethan, y como no podía faltar, su sonrisa tonta mirando el móvil. Rodé los ojos y me acerqué a él. Quisiera mirar la su pantalla pero se que me mandaría lejos, al fin y al cabo soy su amiga, y no me tengo por qué meter en si vida.

-¿Puedo preguntar a que de debe esa sonrisa mirando el móvil?- hablé dirigiéndome a la cocina y cogiendo una manzana. No me contestaba y opté por la opción de mirarlo fijamente.

Dio resultado ya que levantó su cabeza y me extraño ver su ceño fruncido.

-¿Tanto te importa saberlo?- su voz sonó ronca y fría.

Abrí mis ojos y pronto disimulé no estar sorprendida ante el cambio de actitud al estar hablando con esa persona y al hablar conmigo. Si que llevaba unos días fríos y raros pero no me había hablado así. Nunca.

Decidí dejar de pensar en ese tema, me estaba afectando bastante.

Me senté en el sofá al lado de él pero manteniendo la distancia. Cogí una manta y el cuenco de palomitas y empecé a comer mirando la televisión pero sin prestarle atención.

Jamas me mostré como la Anais rebelde y fuerte frente a Ethan. Con él siempre he sido débil y vulnerable, por eso ni siquiera contesté a sus frías palabras.

Por un momento me quedé pensando en algo. En algún momento Ethan se hartará de mi, se irá con alguien que de verdad sea nuevo para él, alguien que no sea su mejor amiga. Su novia, alguien que no sea yo, y yo me quedaré sola.

No se como me veia por fuera en esos momentos pero seguro que mi cara se descompuso.

Sola, porque no se vivir con otra persona que no sea él.

Sola porque solo lo necesito a él, sin embargo, seguro que llegará el momento en que él no me necesite a mi.

El cuenco de las palomitas callo al suelo haciendo que volviera a la realidad. Y la realidad era un salón solo ocupado por mi.

Me levanté tirando la manta donde hubiera caído y le busqué. Era como si al no estar con él me faltara el aire. Quizá era obsesesión o egoísmo por estar con él. Pero lo necesitaba como el aire que respiro maldita sea. Y ese aire me lo estaba arrebatando alguien ¿pero quien?

Pasé por su habitación y vi que se estaba poniendo la cazadora impermeable y unas botas de agua.

-¿do...donde vas?- me apoyé en el marcó de la puerta

-Fuera- su voz fue igual que hace unos minutos.

-¿Con esta lluvia? Ha...había pensado en hacer mas palomitas, prender la leña y...-

-¡Basta!- me interrumpió gritando y borrando mi sonrisa del rostro- No voy a estar aquí encerrado por siempre contigo Anais- elevó sus brazos señalando la casa haciendo que yo diera pasos atrás. Nunca me había gritado... -Por dios, quiero tener una vida, y esa vida son mas cosas aparte de ti- agaché mi cabeza y fruncí el ceño pensando.

Negué con mi cabeza y fingí una sonrisa de lado -Tienes razón-
Quise hablar firme y alto y se quedó en un susurro suave -Lo siento Ethan, solo...solo no quería...en fin, da igual...- lo miré a los ojos y salí de ahí.

Él tenia razón joder. La tenia. Y por mucho que me doliera aceptarlo, su vida no soy únicamente yo.

No se por qué pero me daba la sensación de que pronto dejaría de serlo completamente.