Bad Girl {The Begining}

Capítulo 1

¡Ethan bajame!- reí a carcajas mientras él me llevaba encima de su espalda dando vueltas por el salón- Acabaré vomitando en tu perfecto pelo Phalls- inmediatamente paró y me bajo. Me miró con una mueca de asco al pensar en la imagen- Has demostrado que te importa mas tu pelo que tu mejor amiga. Te parecerá bonito- dije 'ofendida'. Le di la espalda y pasé a la cocina con él detrás de mi sonriendo

-Amigas hay muchas, pelos así pocos-lo observé por unos segundos.

-Pues ahora te haces tu la cena- di un pequeño golpe en la encimera de la cocina y subí a mi habitación dejando atrás los gritos desesperados de Ethan por cenar. Negué con la cabeza riendo y cerré la puerta con cerrojo porque sabia que iba a venir con carita de cachorro mojado y yo acabaría haciéndole la cena.

Nunca nos enfadamos realmente, o casi nunca, solo lo hacíamos por fastidiar básicamente el uno al otro.

Me senté en la cama y cogí el móvil. Tenia asi como unos 30 mensajes de Ethan pidiendo comida. Reí en mi interior hasta que sentí unos golpes en la puerta y una voz del otro lado

-¿Quieres que me muera de hambre Colsson?-dejé el móvil en la cama y me acerqué a la puerta y tratando de parecer enfada la abrí. Él estaba ahí como ya dije con cara de pena y lo mas fastidioso de todo es que no me puedo resistir a ella. Ni yo, ni nadie. Me crucé de brazos y le mire desafiante.

-¿Por qué no llamas a esas amigas para que te hagan la cena?- enarqué una ceja y me mostró una sonrisa arrogante.

-Porque ninguna hace la sopa como tu- rodé los ojos y le cerré la puerta en su cara.

-Anais...- dijo con voz queda desde fuera.

-Vete al diablo Phalls- sentí su cuerpo caer encima de la puerta.

-Si no me abres tiro la puerta -sabía que era capaz, pero el orgullo era mi definición y lo mantendría.

-Como si te tiras a la via del tren- intenté sonar borde.

Cuando me di cuenta la puerta estaba abajo. Elevé mis cejas y salí corriendo de la habitación cuando él me atrapó en sus brazos agarrandome por la cintura y elvandome en su hombre. Reía a carcajadas junto a él.

Llegamos a la cocina y me bajó sentándome en la encimera poniéndose entre mis piernas y abrazánome.

-Por mucho que te hagas el cachorro adorable no te voy a hacer la cena- pasé mi mano por su pelo disfrutando de su textura.

-Me da igual, se está cómodo aquí- solté una pequeña carcajada y junté mi cabeza con la suya impregnandome de su aroma.

Él estaba conmigo desde que tenia uso de razón. Perdí a todos y él era lo único que me quedaba, y lo único que necesitaba.

Besé su cuero cabelludo y acaricié su nuca.

-Te quiero- susurró y sonreí agachando mi cabeza para ponerla junto la suya. -Gracias por haber estado conmigo siempre- agarró mi mano y la besó. Volví a sonreír y suspiré.

Cualquiera que nos viera diría que somos unos enamorados normales, pero no. Él era mi mejor amigo. Desde que tengo uso de razón está conmigo. Aunque él tiene su vida y yo la mía al final siempre acabamos unidos de una u otra forma. Jamas nadie logró separarnos y no lo harían.