Hoseok estaba vuelto loco. En la cocina podía verse el desorden de su locura, los trastes estaban desordenados, algunos esparcidos por el suelo enteros y otros rotos, que no permitían la entrada y salida de nadie. Hasta cierto punto estaba agotado, la adrenalina se había ido de su cuerpo y ahora estaba comenzando a sentir un poquito de miedo. Con mucho cuidado se había subido a la mesa que estaba en la cocina y esperó un momento para pensar en lo que haría. Eran las siete de la mañana, Yoongi tendría que irse al trabajo en poco tiempo y él no había logrado cocinar nada para el desayuno y la comida que se llevaría su esposo.
-¿Sol?
Yoongi había entrado a la cocina con el pijama aun puesto, sus ojos luchaban por mantenerse abiertos. Al acercarse a la mesa en donde estaba su maridito pateó una olla que hizo que sus ojos se abrieran en su totalidad.
-Gigi, lamento si te desperté.
-¿Qué sucede? ¿Por qué mi maridito no está conmigo en la cama?
-Mi amor, es viernes y estaba por preparar tu desayuno. Pero me olvidé de todo cuando vi lo que anda rondando mi cocina.
-¿Cómo?
-¡Yoongi, hay un roedor en mi cocina!
Exclamo asustado y se aventó a los brazos de su esposo. Yoongi intentaba ver lo que causaba miedo a Hoseok, pero lo que sea que esté dentro, era tan rápido que no lograba entender el estado de su aridito.
-¿Qué roedor?
-Es un ratón.
-Ok, ok, tranquilo. Amos a la habitación, voy a llamar a control de plagas y saldremos a comer.
-¡Pero es viernes!
-Hobi, algo anda mal con tu horario, amor, es sábado.
Hoseok observó el teléfono de la cocina y en efecto, era sábado. Un poco más tranquilo, se dejó llevar por su esposo. Yoongi lo dejó sentado en el sillón a lo que él aseguraba la puerta de la cocina, de esa manera el roedor no tendría acceso a más partes de la casa y Hobi se mantendría tranquilo junto a su bebé.
-Hay que alistarnos, vamos a desayunar fuera.
Hoseok asintió y subieron a su habitación. Estaban en el pasillo cunado escucharon el llanto de Jimin, los dos fueron a verlo y lo encontraron abrazando la cabeza de su peluche con forma de serpiente, el resto del cuerpo del peluche, Jimin lo había enredado en el suyo; sobre su cuello, torso y piernas.
-¡Mami!
Jimin estiró sus bracitos hacia su mami, pero Hoseok no lo tomó, pues aunque se tratara de un simple peluche, aún le daba miedo la serpiente de su bebito. Yoongi sonrió un tanto burlón y cargó a su bebé. Hace unos días que había ido al serpentario, ahora que estaba seguro de la mascota que quería, se estaba informando con muchos videos infantiles en internet. No se separaba ni un segundo de su peluche. Yoongi tomó el peluche en sus manos, con mucho cuidado, y lo metió en la jaula que antes pertenecía al cuyo.
-¿Por qué lloras, mi amor?
Le preguntó Hoseok mientras le enseñaba dos playeritas diferentes. Jimin señaló a la derecha y, en cuanto Yoongi terminó de cambiarle el pañalito, esa fue la que le puso su papi.
-Soñé feo, muy, muy, muy feo.
Hoseok le enseñó unos pantalones cortos y unos pantalones normales, Jimin señaló los pantalones largos.
-¿Qué soñaste, Mochi?
Le preguntó Yoongi que terminaba de acomodar el pantaloncito de su bebé.
-Soñé que gande si comía a mi macota.
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☆¡Quiero una mascota!☆ ||BTS||
Fanfiction《PROLOGO》 Yoongi y Hoseok son padres de un lindo y pequeño niño de nombre de Jimin. El niño más adorable, cariñoso y tierno. A pesar de que sus padres siempre cumplían sus caprichos Jimin sentía que le hacía falta algo en su vida, necesitaba acción...