Jimin agitaba du manita con mucha energía, su sonrisa le impedía ver, pero eso no importaba. Él quería que sus abuelitos lo vieran alegre y no triste. La visita a sus abuelos ya había terminado. Jimin se iba contento, no llevaba ninguna mascota, pero iba feliz. De lo único de lo que se arrepentía era de haber compartido ese dulce con Nico y le hubiera gustado decir que eso ya no importaba, pero sí lo hacía, pues el tratamiento todavía no terminaba. Su mami intentaba persuadido con cosas ricas, pero él ya no quería tomar los medicamentos. Tampoco quería dejarse inyectar, sus pompitas dolían mucho que creía que ya no podía tomar juguito porque todo el líquido se saldría por los ollitos que han dejado los piquetes.
Su papi no lo había dejado en paz con las inyecciones, para fortuna de Hoseok y desgracia de Yoongi, el que inyectaba a Jimin era Yoongi. La mamá de Yoongi es una reconocida enfermera en el lugar y ella se encargó de enseñarle a su hijo muchas cosas que le serian de ayuda ahora que era padre y esposo. Eso le costó el odio y temor de su hijo, sabía que Jimin olvidaría todo en cuanto su tratamiento terminara, pero eso no evitaba que no sintiera nada a la hora de inyectar a su bebé.
Aun así se divirtió estando con sus abuelos. Ahora, el próximo destino de la familia era la casa de la familia Jung. Cuando llegaron, y Jimin divisó el carro de la tía Jiwoo, se emocionó. Sus piecitos se movieron por la ansiedad de querer salir y encontrarse con ella e iniciar los juegos. En cuanto sus piecitos tocaron el piso, Jimin salió disparado hacia la casa.
-¡Con cui-!
Hoseok no pudo terminar su frase cuando Jimin ya estaba en el suelo con las manitas sucias y una rodilla raspada. La familia, que se encontraba dentro de la casa, salió al escuchar el fuerte llanto de Jimin.
-¡Oh! Mi precioso bebé, ten mucho cuidado.
El llanto hizo que Jimin perdiera el aire, su estómago se contrajo en busca de tomar una enorme bocanada de oxígeno para abastecer sus pequeños pulmones. Su labio inferior temblaba por el llanto y de sus ojitos no paraban salir las lágrimas. Los brazos de su abuelita fueron los primeros en levantarlo, pero aún con todo y llanto buscó ir a los brazos de su tía.
-Aaaaw, mi esferita se estrelló.
Dijo a manera de juego para llamar la atención de su sobrino y distraerlo del dolor.
-Lele.
-Te duele, panquecito, vamos a curar esa herida y le pondremos una linda bandita de dinosaurios.
-¿No hay le pollitos?
Preguntó entre jadeos.
-Humm, tal vez si dejas de llorar puedo encontrar una de pollitos. ¡Vamos! Traje unas películas que te van a encantar. También me he aprendido nuevos juegos.
Jiwoo limpió las lágrimas de Jimin con la manga de su blusa y se adentraron a la casa inmersos en una conversación animada. Los padres de Hoseok fueron a ayudarlos con las maletas, estaban contentos de tenerlos una vez más en casa.
-Tenemos las mascotas perfectas para Jimin.
Aseguró el señor Jung.
-Papá~, Jimin solo puede tener una mascota. Así que tendrás que buscarle casa al resto.
-Tienes que relajarte, Hobi. Sé que estás temeroso de que escoja una mascota que te de miedo, pero Jimin es tu hijo y antes que una mascota buscará que no estés estresado en casa y un poco de compañía para él.
-Mami, cuidó de una serpiente de peluche.
-Eres muy miedoso, hijo.
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☆¡Quiero una mascota!☆ ||BTS||
Fanfiction《PROLOGO》 Yoongi y Hoseok son padres de un lindo y pequeño niño de nombre de Jimin. El niño más adorable, cariñoso y tierno. A pesar de que sus padres siempre cumplían sus caprichos Jimin sentía que le hacía falta algo en su vida, necesitaba acción...