Capítulo 6

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Dicho por ella misma comenzamos, sus manos suben a mis mejillas es la primera vez que me toca de esa forma y no quiero derretirme, no quiero hacer contacto visual porque se como me pongo.

— Relájate —Murmura y su cuerpo se vuelve a acercar, sus ojos me piden que la mire, sus labios me invitan a tocarlos— Relaja los músculos —Su mano izquierda baja a mi cintura y me atrae, mi respiración se corta y mis sentidos revientan cuando acaricia la piel expuesta.

¿Como quiere que relaje los músculos?, me esta poniendo tensa, la situación está así y estoy más rígida que una piedra o que Momo viendo a la nueva modelo.

— Solo será un beso para que te vayas acostumbrando —¿Acostumbrando?.

— Lalisa —Pongo mi mano en su pecho— Tenemos que hacer un contrato.

Llega la Jennie inteligente y segura, enciendo mi teléfono y entro en notas.

1. Cero amor.

2. Cero apodos lindos.

3. No contacto visual durante el sexo.

— Luego vamos a ir metiendo más —Digo con un hilo de voz, ella sonríe y acaricia con más firmeza, sintiendo como sus dedos se hunden  en mi piel y cierro los ojos por un mili segundo.

— Nosotras tenemos un contrato, no hay necesidad de mostrarlo aquí porque me lo se de memoria, lo que escribiste es la primer página —Muerde su labio inferior y los monja con su lengua, que es tan roja que me impresiona.

— Tienes buena la hemoglobina —Su rostro cambia de uno provocador a uno confundido— Lo siento estoy nerviosa —Bajo la mirada, siento el toque de sus finos dedos en mi mentón y lo sube, ahí fallamos una de las condiciones de su dichoso contrato y del mío.

— Cierra los ojitos.

— No tengo cin-

Sus labios chocan con los míos, no los mueve hasta que yo le doy permiso de hacerlo, mis brazos suben a su cuello y abro un poco más la boca, un beso.

Lo simple que es, es tan, tan simple.

Tan majestuoso, su lengua entra a mi boca y no puedo evitar soltar uno de los sonidos más pecaminosos que han salido de mis labios, siento sus manos en mi cintura, luego en la espalda baja, mi respiración se va incrementando y me estoy ahogando en un mar interminable.

Del cual, probablemente, no salga y las ganas que tengo de seguir besandola le están ganando a mi cordura, mordisquea mi labio inferior y se aparta tirando de el.

El mejor beso del mundo, capaz y es que estoy alucinando o estoy dormida en mi habitación soñando con este momento, también puede ser que estoy imaginando y es tanto en lo que me metí en el pensamiento que parece real.

Sonríe y sus ojos se achican, se acomoda el cabello con un leve movimiento de su cuello hacía atrás. Lo peor de toda esta situación no es el beso en sí, ni el contrato, ni lo que está pasando, si no, las ganas que me dieron de morderle el cuello cuando lo tenía frente a mi.

Tan estirado, blanco y limpio como la porcelana— Ese es el primer paso, empezamos a tener más confianza, de a poco —Asiento sin verla a los ojos, acatando la orden, que minutos atrás, desobedecimos.

Las palabras no quieren salir de mi garganta, soy una idiota por solo asentir y sonreír, no tengo más nada que hacer.

Me armó de valor y respiró hondo reteniendo todo el aire que necesito para luego expulsarlo y abrir la boca— Si más confianza —Tosca, terca, amargada, estupida e insípida.

Es lo que básicamente describe éste momento, ni se si la clase se acabó solo se que si le llego a contar esto a Momo va a estar riéndose de mi hasta que se canse, eso significa que tendré que escuchar carcajadas dos años aproximadamente o más.

Ella habla y no la escucho, veo como mueve los labios, esos labios que acabo de tocar con los míos y que quiero en muchas partes.

Jennie cálmate, Jennie cálmate.

Lo único que pienso en estos momentos, un impulso corre por mis venas y mi corazón me dice "corre amiga la estás cagando y feo", no me había pasado esto antes, capaz y estoy roja, y déjenme decirles que no es por estar avergonzada.

Sus manos se mueven mientras habla, está dedicada a explicarme todo, se ve que me gusta lo que hace, ni se que es, ¿maestra, prostituta?, sacudo la cabeza en un intento, obviamente, fallido de volver a la tierra.

Me pierdo en la forma de sus ojos, son grandes y de un color avellana claro pero ahora que los veo bien están más oscuros de lo que recuerdo, su nariz se mueve cuando habla y sus labios, los muerde en intervalos de segundos, los lame y hace movimientos con ellos que me tienen así, loca por verlos más seguido.

Bajo un poco la mirada al escote de su polera, donde logre ver un poco sus pechos, tenía algunos tatuajes cerca de esa zona, a mi no me gustan mucho los tatuajes, sería incapaz de hacerme uno, pero a ella le quedan tan bien que me provoca tatuarme "Lalisa es la mejor" en la frente.

La segunda vez que la vi, creí, como una idiota, que estaba muy delgada, ese pensamiento salió volando, como Nayeon una vez que quiso saltar dos escalones, cuando se quitó la chaqueta, no está flaca, lo que esta es buena.

Sube la mano y se rasca el hombro, es que se le marcan, ¡se le marcan!, quiero detener mis ojos pero están escaneandola, llego a su pantalón y mi vista se pierde, la perdí no hay vuelta atrás, de tan solo recordar que lo tuve en mi mano hace que sienta un calor subir por mi cabeza, a mis mejillas y orejas.

Se levanta y mueve la pierna solo un poco a la derecha, su bulto es más notorio de este angular, si inclino un poco la cabe...— Jennie ¿me estás prestando atención? —Elevo el mentón y asiento.

— Como venía diciendo —Entre cierra los ojos y me da la espalda, sus anchos hombros y su espalda, esta chica se ejercita más de la cuenta— Tener sexo implica a dos personas o más, pero nunca hay amor o algún factor que altere tu corazón, mientras que hacer el amor, es como vivir cada segundo al máximo porque no solo tu lado más primitivo siente, tu corazón se complementa y llega un momento en que tus oídos, nariz, labios, manos solo son para esa persona y no hay nada mejor en este mundo que verla a los ojos —Eso fue la cosa más tierna que he escuchado de ella— Es inevitable no verlos, sientes amor aquí... —Señala su pecho— Y en todo esto —Señala su cuerpo, subo y bajo la mirada al ritmo que su dedo se mueve.

— ¿Tu lo has hecho? —Pregunto y luego muerdo la goma del lápiz.

Una pregunta que no tuve que hacer porque no es mi problema si lo ha hecho o no, la curiosidad siempre está en mi ser y necesito explotarla de vez en cuando.

— No, me lo han contado —Ruedo los ojos, claro esta chica parece que no siente nada, que es como un robot, más fría que yo, incluso que Tzuyu.

— Ya veo —Rasco mi nuca y dejo la libreta a un lado— No se si es permitido —Comienzo con mi conferencia— Me gustaría ver el contrato o por lo menos que me digas que clase de cosas están en el, quiero estar informada de todo porque uno nunca sabe.

¿Uno nunca sabe?, es en serio, dije semejante estupidez, es como si no confiara en ella, cosa que es cierta, debería estar disimulando al menos.

Lalisa por lo que me ha mostrado, se ve que es dulce en cierto punto, seria y divertida, es una mezcla bastante inusual, también es atenta y parece que me quiere ayudar.

Entonces ¿por qué estoy tan estupida?, es una chica hermosa y estoy acostumbrada a estar con chicas hermosas, tampoco es por su cosa, será que ¿es especial?.

— Y la semana que viene será un poco más fuerte —¿Esta sonrojada?, sus mejillas ruborizadas me dan a entender que esta avergonzada.

No entiendo su vergüenza, se supone que está acostumbrada a este tipo de cosas y ahora parece que es inexperta.

Sex Education (Jenlisa G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora