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Narrador omnisciente
El día era como cualquier otro en South Park, oh bueno, para el resto del pueblo era así, pero para cierto grupo de amigos era todo lo contrario.
Desde aquella "Pelea" algunas cosas cambiaron, Clyde se juntaba demasiado con Bebe y Tweek, Jimmy y Token eran los únicos dos que se juntaban con Craig mientras que este buscaba ayuda de parte de sus amigos.
Cada que Craig intentaba hablar con Clyde este lo ignoraba, le respondía de mala manera y le pasaba de largo, esto claramente le dolía a el azabache porque por más que intentaba arreglar las cosas no podía.
Claro que por otro lado el rumor de que Donovan y Stevens habían echo las pases no se hizo esperar, estaban en boca de todos aunque trataban de ignorar las miradas de los demás porque bueno, la gente siempre hablará, eso fue lo que su hermana le dijo.
Y ahora una nueva costumbre se incorporaba a el pequeño grupo de amigos, una costumbre para nada bonita y sinceramente muy insoportable para los demás.
—¡¿Por qué siempre me gritas cuando lo único que hago es intentar arreglar las cosas?!—Exclamo el azabache—
—¡Siento mucho lastimar tus delicados tímpanos maldito marica!—Respondio El castaño con furia—
—¡Estoy harto de pelear contigo por todo y por nada, ya dije mil veces que lo sentía!
—¡No basta con tan solo mil veces¡, ¿¡si ya estás harto de esto porque no solamente te vas a la mierda y no vuelves nunca más?!
—¡Oh que gran idea Clyde!, ¿Volverme como tú?, no gracias YO no huyo de mis problemas yo trato de resolverlos—Dijo completamente sincero—
—¡Dios Craig!, ¿¡porque no solo cierras tu maldita boca?!, ¡Dices que no quieres hacerlo a mi manera pero tu manera es la misma que la mía, huyes de todo y lo sabes perfectamente! —Este con mucha furia se levantó de su sitio y empezó a caminar—
—¡Oye no he terminado de hablar contigo!—El contrario rápidamente se levantó de su sitio mientras veía a el castaño irse—
—¡Pues yo sí, ya terminé, así que vete rotundamente a la mierda Fucker!
El azabache completamente rendido se dejó caer en el sofá de su sala de estar, después de ver como Clyde se iba de su morada con un portazo dando a entender que la situación le enojaba bastante, este solo suspiró. Sus amigos quienes acababan de presenciar la no tan agradable escena, sólo se miraron entre sí con una notable expresión de cansancio ante la acción repetitiva de ambos individuos.
