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CRAIG TUCKER
Es increíble como las cosas pueden cambiar tan de repente.
Puede que en un momento estés verdaderamente feliz pero cuando llegan a darte una pésima noticia todo tu mundo se derrumba, esas ganas de llorar inmensas inundan cada parte de ti, es un horrible sentimiento que lamentablemente tuve muchas veces.
Antes de que todo se arreglara con el.
Admito que como todo ser humano cometo errores, lastimo a mis seres queridos por el simple echo de no saber controlarme ni a mi ni a mis emociones, y cuando por fin me doy cuenta de mis acciones trato de buscar la forma de arreglarlo por más que eso me cueste.
Y me hace gracia que todo esta tan bien entre nosotros dos...
Pero ahora es momento de tomar una decisión.
Una que probablemente defina mi futuro y el restode mi vida.
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—Entonces, ¿serías tan amable de soltar el maldito celular y prestarme atención?—Dije seriamente—
—Ya, ya, lo siento, tengo mil mensajes de Nichole. —Me respondió Tolkien apagando el celular—
Me encontraba en la casa de mi mejor amigo Tolkien, otra vez, esta ya era la tercera vez en la semana que venía aquí y seguro van a decir, ¿Por qué carajos solo pasas ahí metido? (Fue lo que mi hermana me preguntó, literalmente), y para aclarar todas sus dudas les voy a decir algo.
"No creo que el amor siga un plan."
Sí, prácticamente la cague.
Me le declare de forma "discreta" (según yo) a Clyde en una pelea, muy cliché de mi parte, lo acepto.
—Entonces, ¿Qué es lo que pasa?, esta es la tercera vez en la semana que vienes aquí y solo con puras excusas, dime la verdad porque esto me está volviendo loco.
