Capítulo 1

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Escucho como suena la puta alarma, abro un ojo y la consigo apagar, son las 7 de la mañana. Hoy es el primer día de clase después del verano, hago un esfuerzo y consigo levantarme, me ducho y bajo a la cocina para desayunar. 

Me hago un café y  unas tostadas, como siempre está mi madre, intento pasar desapercibida pero no lo consigo:

—Se te va a hacer tarde, date prisa.

—Ya lo sé mamá. -Le respondo con voz burlona.-

—Parece mentira que aún no hayas aprendido a levantarte antes si sabes que vas a llegar tarde.

—A la próxima me levanto antes.

Es increíble que aún no esté acostumbrada estoy en el último curso y me lleva pasando desde que empecé en el instituto.

Mi hermano baja después de mí y se va directamente, sin desayunar ni despedirse, como de costumbre.

Miro el reloj y ya son las ocho, mierda, mierda, mierda, se me va a hacer tarde y no es plan de hacerlo el primer día, me apuro las tostadas y el café, cojo la mochila y me voy corriendo sin decir nada.

A lo lejos veo la parada de autobús y como sube la gente, está cerrando las puertas y echó a correr, tarde ya ha cerrado y se está yendo, sigo corriendo y gritando y consigo que me vea el conductor, entonces para el bus y me monto le doy las gracias mil veces, le pago y me siento en un hueco libre que veo.

Mientras voy en el autobús me pongo a hablar por WhatsApp con mi mejor amigo: Isaac.

—Buenos días. Joder poco más y el bus se va sin mí. -le digo.-

—Buenos días, joder tía jajajaja, es que no puede ser tienes que aprender a levantarte antes.

—¿Te has aliado con mi madre? Me ha dicho exactamente lo mismo.

—Te ha dicho eso porque es la verdad tonta, pero como nunca haces caso… En fin, ahora nos vemos. Ciao boba.

—Hasta ahora.

Le mando un emoji con un beso y él me lo devuelve.

•••

Llego al instituto y le veo en la puerta, no puede ser que exista alguien tan perfecto, con ese pelo moreno, esos ojos celeste y esos músculos, parece esculpido por los dioses. Se fija en que le estoy mirando y se acerca hasta mí:

—Hola Celia, ¿Qué tal las vacaciones? Me han dicho que las pasaste con tu padre y tu hermano en la playa.

—Hola Marcos, si así es, las pasé con Samuel, con mi padre y su nueva novia: Elisa, la verdad es que han sido bastante aburridas, Elisa y yo no nos llevamos muy bien que digamos y mi hermano conoció a una chica y a mi no me hacía ni caso ¿Y las tuyas que tal?

—Ya, te entiendo, tiene que ser jodido que tu padre se haya mudado de ciudad y encima haya sido con una chica 15 años más joven. Las mías han sido aquí en Madrid, me he ido de acampada con Minerva.

—Si pero así es la vida, ¿Estás bien con ella?

—La verdad es que no, lo dejamos hace unos días, no podía más, era demasiado celosa.

—Lo siento mucho -en verdad no lo siento- ya sabes que me tienes para lo que necesites. 

—Muchas gracias, bueno Celia luego nos vemos.

—Hasta luego Marcos.

Sigo caminando, no me puedo creer lo que acabo de escuchar, Marcos ha dejado a Minerva, es un sueño hecho realidad para mí, estoy deseando encontrarme con Isaac y contárselo todo.

Tres son multitudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora