Capítulo 31

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He pasado toda la tarde estudiando, he terminado con todo lo que tenía atrasado y he adelantado para no volver a quedarme atrás. Enserio mejor será no meterme en más líos no quiero tener que volver a estar cuatro horas seguidas estudiando, haciendo resúmenes y deberes. Pero ha merecido la pena porque lo tengo todo perfecto y separado por colores. 

-¡CELIAAA HA CENAR! -El dia que mi hermano no me llame con un grito sera el fin del mundo. -

-¡VOY! 

Mientras bajo las escaleras voy oliendo los deliciosos tacos que se huelen por toda la casa, adoro cuando Jorge hace la cena. 

-¿Por qué esta la mesa puesta para cinco? -es lo primero que pregunto al bajar. -

-Oh, tu madre me ha dicho que ha invitado a un compañero de trabajo suyo. 

-Vale. 

Poco después se escucha la puerta del garaje abriéndose y aparece mi madre con un chico alto, delgado y que tendrá como mucho veinte años. 

-Ya estamos aquí, este es mi becario Álvaro, Álvaro estos son mis hijos Celia y Samuel y mi marido Jorge. 

-Encantado de conoceros. -Se notaba que se estaba muriendo de vergüenza el pobrecito. -

-Encantada. -le di dos besos. -

-Bienvenido. -Mi padrastro le dio un apretón de manos. -

-Hola, ¿qué tal? 

-Bueno, ¿nos sentamos? -dijo mi madre. -

No hizo falta que nadie respondiera, empezamos a sentarnos todos y no se porque pero mi madre hizo que Álvaro se pusiera al lado mío. 

-Celia, tu madre me ha dicho que quieres ser jueza. 

-Si, así es

-Yo también quiero, estoy en el bufete de tu madre de prácticas, es una gran abogada y estoy convencido de que aprenderé mucho. 

-Si, si que lo es. Durante una temporada quería ser como ella. 

-¿Si? Ella me ha hablado muy bien de tí, siempre me habla de ti, me ha dicho que eres muy inteligente, estoy convencido de que es cierto. 

-Por supuesto que lo es, mi hija es muy inteligente, estoy segura de que cuando ella empiece la carrera seréis grandes compañeros. 

No entiendo porqué mi madre está diciendo estás cosas, ni mirándome con algo parecido a la complicidad. 

-Estoy convencido de que Celia y yo haremos buenas migas. 

-Por supuesto que sí. -dijo mi madre. - Celia cariño, ¿tú qué crees? 

-Pues supongo que sí, espero que sí, seremos compañeros durante una temporada, ¿no? 

-Por supuesto. -dijo mi madre mirándome con una sonrisa. -

La cena siguió su curso y no se porque pero mi madre no dejaba de intentar que Alvaro y yo encontráramos cosas en común. Espero que no esté intentando nada. 

Parece que mi hermano se dió cuenta de que pasaba algo raro y entonces se metió en la conversación. 

-Oye Celia, ¿como está Orión? 

-Pues está bien, ahora mismo está echando horas extra en el restaurante. 

-¿Quien es Orión? 

-Es mi novio. 

-oh, ¿tienes novio? 

-Bueno ya sabes como son los adolescentes hoy tienen pareja y mañana no. -dijo mi madre mirandome con los ojos muy abiertos. -

Tres son multitudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora