Capítulo 2

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Damon: no sabes de lo que éstas hablando - se levantó molesto - tú no la conocías, Stefan no la conocía, yo la vi primero y me la arrebataron.

Athenas: te equivocas Damon - lo miró - ni tu ni Stefan la vieron primero, y ninguno se la arrebató al otro porque Katherine no era de ninguno, era de sí misma y nada más

Damon: entonces ¿Quién la vio primero? - la miró - ¿tú y Katherine?

Athenas: yo la conocí cuando tenía 15 años - levantó ambas manos antes de que su hermano la golpeara - no estuve con ella, sólo éramos amigas, luego ella desapareció hasta que me fui de la mansión y al volver ella los había enamorado a ambos, pero fingió no conocerme

Damon: es decir que la gran Katherine enamoro a los tres Salvatore - su hermana negó - oh vamos se el efecto que tiene ella en los demás 

Athenas: te puedo asegurar que en mí no había ningún efecto - suspiro y lo miró - voy a ir al pueblo, ya no hay hordas dispuestos a matarnos 

Damon: yo que tú no tentaría a la suerte, la fiesta del pueblo se acerca

Athenas: entonces vamos a tener que estar ahí 

Athenas se despidió de su hermano, para irse caminando hasta el pueblo, necesitaba aire fresco y pensar, después de tantos años aun dolía y estremecía cada hueso de su cuerpo volver a la ciudad que una vez había sido su hogar y que tanto daño le había causado, paso por el lugar donde había sido asesinada por su padre antes de comenzar la transición y luego de varias respiraciones se sentó en la plaza para observar las decoraciones.

Vio a Stefan saliendo de un lugar llamado Grill con una joven, cuando vio su rostro no podía creer que el mundo se estuviera burlando otra vez de sus hermanos, era la viva imagen de Katherine, pero ella la conocía y sabía que no había manera de que fuera ella, agudizó sus oídos hasta que escucho que la llamaban Elena, Elena Gilbert, detrás de ambos salió una joven a quien reconoció al instante, en cualquier siglo, año o década reconocería a un Bennett con solo verla. 

Como si no pudiera controlar su cuerpo siguió caminando hasta una casa y se sorprendió a sí misma cuando golpeo esperando ser atendida y sin saber cómo iba a explicar que estaba allí, sin saber cómo ni porqué estaba ahí. Grande fue su sorpresa cuando al abrir la puerta, estaba la joven Bennett que había visto en el Grill, antes de que pudiera preguntar algo su cuerpo hablo por si mismo.

Athenas: Soy Athenas, busco a Sheila Bennett - miró a la joven 

Joven: abuela, una tal Athenas está buscándote 

La joven entro a pedido de Sheila que miró a Athenas frente a ella, uso un hechizo para provocarle dolor en la cabeza, pero en lugar de comenzar a quejarse de dolor, dio un paso hacia atrás y asintió con la cabeza.

Sheila: ¿Quién eres? - la miró - sé lo que eres, pero mis poderes no te lastiman

Athenas: me llamo Athenas Salvatore - miró a la bruja enfrente - su antepasado Emily, supongo que hizo algo para que esos dolores no me hicieran nada, no sé porque estoy aquí, pero, aunque quiera no puedo irme

Sheila: eres tú - miró a la joven sorprendida - ¿deseas una taza de té?

Athenas: si, porque no - se encogió de hombros - después de todo no puedo moverme de su casa, y eso es realmente extraño 

Sheila: nada es extraño viniendo de una bruja, menos si se trata de una Bennett - sonrió haciéndose a un lado - puedes pasar 

Athenas: gracias - asintió educadamente y entró a la casa sorprendiéndose por los aromas - huele igual que hace años

La humanidad en su inmortalidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora