𝘐𝘋𝘍𝘊 / 𝘈𝘴𝘩𝘵𝘳𝘢𝘺

04

─ Esto te saldrá muy caro Fezco.

Los hermanos llevaron a rastras a a Roma quién no podía mantener el equilibrio ni usando a Fezco como apoyo para no caerse, Ashtray ayudó a su hermano cuando vio que no podía con la situación.

¿Cómo podía lidiar con gente drogadicta con el doble de tamaño de Roma y con ella no?.

La muchacha no dejaba de moverse y su estabilidad no era la mejor.

─ Déjala en el sillón y yo buscaré algo para taparlas

Sin dudar, Ashtray la dejó caer en forma brusca a en el sillón y luego la acomodó como si de una bolsa de papas se tratará.

─ Narco chucky, ¿cómo te vez limpiando vómito?

Roma hizo un gesto como si tuviera por devolver pero luego soltó una fea carcajada y se acomodó en el sillón.

─ Te lo haré tragar de vuelta si lo haces, maniática

Se alejó de ella por si vomitaba, era más que obvio que él jamás limpiaría algún desastre de Roma.

Por suerte de Ashtray, ella jamás vomitó y en un par de segundos estaba acostada en posición de feto, parecía estar dormida.

─ Toma esto ─antes de que se pudiera ir a descansar, Fezco le pasó una manta tejida crochet para que tapara a la castaña.

─ Oh no viejo, mí manta no, ¿y si la ensucia o la vomita?

Fezco miró a su hermano, sabía que esa manta era su favorita desde que era un bebé pero no creyó que sería tan mezquino.

─ La meteremos en la lavadora y ya

─ No y no, es mía

─ Es solo una manta, Ashtray

─ Es mí manta, mía

[...]

─ Te odio...

Ashtray susurró mirando a Roma y le tiró la manta encima solo tapandole la parte de la cabeza y dejándola destapada desde la espalda a los pies.

Insultado a todos por igual se retiró hacía su cuarto dando un portazo en señal de que estaba enojado.

En cambió Fezco, se quedó un rato con ellas por las dudas de que alguna se vomitaste encima y se ahogué.

─ Es linda, ¿verdad...?

La voz de Roma lo asustó. Miró a la adolescente, había agarrado la manta y la usaba como si fuera un peluche.

─ ¿No estabas dormida?

─ No

"La borrachera me pega de muchas formas y hoy no me golpeó con el sueño" penso pero no lo dijo.

Fezco volvió a mirar a la rubia, dormía como con bebé y se veía tan tranquila, en todos estos meses que la conocía en un par de ocasiones le había robado uno que otro suspiró pero dentro de él sabía que no estaban bien y estaba muy consciente del daño que se causarían mutuamente juntos.

─ Si... es bonita

─ Vaya que lo es, tienes que estar ciego para no notarlo

─ Si...

─ Aveces hace que quiera correr y alejarme de ella por lo molesta que suele ser ─confesó Roma en un tono bajo para no despertar a su amiga─ pero es mi hermana, la adoró y es a la única persona a la que puedo recurrir cuando mi mundo se cae a pedazos, ella es mí lugar seguro, es mí persona

Una pequeña sonrisa salió de los labios de Fezco, sentía que ellas eran versión femeninas y decentes de Ashtray y él.

─ Ella te adora

─ También a ti

Ambos quedaron en silencio esperando la oportunidad, perfecta para poder decir algo.

─ ¿Tú crees?

─ Fezco, ¿porqué crees que venimos aquí desde hace meses?

─ ¿Por las galletas sin calorías que tanto te gustan? ─preguntó algo confundido.

Roma le dio una mirada que claramente decía:

"¿Estas jodiendo?"

─ Deberías de dejar el tabaco, te está derritiendo el cerebro

Dijo cerrando los ojos, Fezco se quedó más confundido de lo normal, algo dentro de él no quería ver la realidad.

Se quedó unos segundos analizando la situación.

Roma había caído en un profundo sueño, lo noto cuando sus facciones se relajaron y su respiración se había vuelto lenta.

Fezco la tapó correctamente y luego se fue, no sin antes de asegurarse de que las chicas estarían bien...

[...]

Ashtray

Salí de mi cuarto directo a la cocina, el hambre me mataba.

Las chicas seguían durmiendo en los sillones, Simonett estaba toda destartalada apuntó de caerse y Roma parecía un cadáver de lo tiesa que estaba.
¿Me pregunto si tendría que preocuparme si seguirá con vida?.

Me acerqué a ella y al menos se veía que respiraba.

Al recordar lo mal que me caían empecé a hacer ruidos para molestarlas, agarré una olla y la empecé a golpear con una cuchara, luego abrí las cortinas y las cerré varias veces, también corrí y arrastré varias cosas, prendí el televisor... se quejaron pero no se levantaron.

Cuando me aburrí me serví un poco de leche y cereal en un recipiente y empecé a comer, luego me fui hacía la tienda y me quedé allí hasta que las vi marchar.

Parecían salidas de The walking dead, Simonett estaba despeinada y parecía que tenía un nido de pájaros en el cabello, Roma tenía el pelo recogido y llevaba unos feos lentes seguro para ocultar las ojeras que traía.

Fezco me mando un mensaje diciendo que las alcanzaría hasta sus casas y entonces quedé finalmente solo.

─ Dame lo más fuerte que tengas ─entró tirando el dinero en el escritorio, la miré serio.

─ Rue...