2:Yo me pregunto

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Wonder - Shawn Mendes
Lo unico que tengo en mi mente, he soñado que tú también lo sientes, me pregunto como es ser amado por ti

Terminamos con el Pingüino y sus traficantes, la llegada de estos había pospuesto el momento incomodo pero ahora estábamos solo el y yo, viendo como el comisionado Gordon se llevaba a los criminales en sus patrullas directo a Arkham.

Me sentía fatal ni siquiera quería verlo a la cara y mucho menos dirigirle la palabra, el volteo hacia mi luego de despedirse cortésmente del comisionado, me miro directamente, mis mejillas enrojecieron, mis orejas se calentaron, pase mi vista a mis zapatos, mi cabello cubrió mi cara y cruce los brazos sobre mi pecho, de repente el lugar empezaba a ser demasiado frio.

Grayson saco un suspiro que había estado guardando y paso su mano derecha por su espeso cabello, mientras que la otra la recargaba sobre su cintura —Creo que ya termine aquí, debo irme.

Levante mi vista y me obligue a mi misma a verlo a los ojos, tenía un par de mechones de cabello que aun no salían de mi cara, pero no moví mis brazos, se daría cuenta que mis manos están temblando —Bien, nos veremos por ahí, supongo—Mis respuestas siguen siendo de un volumen bajo y aun me pregunto, si puede escucharme.

Él sabría, si se acercará un poco más, que mi corazón amenaza con salirse de mi pecho y que sus descontroladas palpitaciones las podía sentir en la garganta.

—Nos vemos—Se dio la espalda, camino hacia su motocicleta y la encendió, quería detenerlo, darle algo mas que una respuesta cortante y demostrarle en realidad lo que podía llegar a sentir por el, pero no lo hice, me quede parada en el mismo lugar y no dije nada, no lo detuve.






































Era el segundo día de clases, había despertado tarde y sintiéndome una total mierda, ahora estaba de camino a la escuela con una mano en el volante y la otra sosteniendo mi termo de café, estacione donde siempre, le di el ultimo trago a la bebida y la deje en el portavasos, mi vi por el espejo del retrovisor, me veía exactamente como me sentía, las ojeras eran gigantes y moradas, tenia los ojos rojos, mi cabello sin lavar.

Baje del auto y Patrick me esperaba recargado en la puerta de entrada.

—Mierda, ¿estas drogada?.

—Eso quisiera, si estuviera drogada al menos no me sentiría tan mal.

El timbre sonó casi al instante y entramos a clases, no fue difícil convencer al profesor para que nos dejara ir a practicar, tome mi violín del casillero y camine tras mi amigo que parecía tenia particularmente prisa el día de hoy, yo solo arrastraba mis pies bajo el piso lustrado, que cada cierta cantidad de pasos se escuchaban el rechinido de mis Converse, mientras caminaba, mientras me lamentaba por mi pobre existencia veía la espalda de Patrick que a pesar de usar la camisa del uniforme escolar, se podía notar que tenia hombros anchos, brazos largos y grandes, sin descartar que era alguien muy alto, un metro con ochenta y dos al menos.

Comúnmente cuando me siento de esta forma conmigo misma suelo fumar un poco, pero estaba dentro de la escuela así que no era buena idea, la segunda opción sería comer algo, pero me lo impedía la sensación de náusea que había decidido asentarse en mi estómago una noche antes, así que tengo que recurrir a mi última opción, sexo.

Realmente esta no era una práctica que me motivara mucho, nunca fui muy partidaria de las relaciones sexuales, pues no es algo que me llame mucho la atención, pero como en todo, hay situaciones en las que un simple té de hiervas no te quitará la tensión de los hombros.

Still With You ||  Dick Grayson ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora