Still With You || Dick Grayson ♡

9: El hijo de Batman

Are you satisfied? - Marina and the Diamonds

Gran triunfador ¿no lo ves?
Cariño, nada viene gratis
Dicen que soy un fanático del control
Impulsado por la codicia de triunfar
Nadie puede pararme
Por que es mi problema si quiero empacar y huir

Creo haber escuchado mal, este niño alegaba ser el hijo biológico de Bruce, al parecer combinar alcohol, con mariguana y cigarrillos, me pegó peor de lo que imaginaba.

Según me explicaron, el niño es hijo de Thalia Al Ghul, la hija de Ra's Al Ghul, el líder de La Liga de Asesinos.

Desde que escuché ese apellido un molesto malestar estomacal se acentuó en la boca del estómago, creo que devolvere esa media botella de Ron que me tome.

No dije mucho más, solo me limité a estar callada, de brazos cruzados, mirando al suelo, mi concentración se dirigió exclusivamente a como sobresalían los dedos de mis pies por la tela del vestido, el niño se alejó con Alfred guiandolo a lo que sería su nueva habitación, Bruce y yo quedamos solos.

—¿Te encuentras bien? ¿Como te fue en el baile?—Parecía querer terminar con el momento incomodo de traer a su aparente hijo biológico a casa, del cual no sabía nada, pero mi garganta era un nudo apenas podía respirar.

—Yo -yo, no se—Mi voz salió quebrada, la había pasado tan bien con Pat, bailamos y pasamos un momento increíble solo disfrutando de nuestra compañía viendo la ciudad y la realidad me golpeo de repente.

—¿Es por Damián?, solo será temporal en lo que su madre se encarga de La Liga—Se acercó a mi tratando de reconfortarme, pero yo ya me abrazaba a mi misma.

—No, no es por el chico, bueno, tal vez un poco, es solo que, el es el heredero de La Liga de Asesinos, y no lo escuché mucho, pero si pude comprender que el idolatra a su abuelo, anhela ser como el, y eso solo me trae malos recuerdos, ya sabes que estar tan relacionados con aspectos de La liga nunca me ha agradado.

Mi voz salió casi en susurros, si Bruce no hubiera estado tan cerca creo que no me habría escuchado, pero no podía hablar más, el nudo en mi garganta no me lo permitía, un pequeño hilo de aire que solo entraba por mi boca no permitía respirar con regularidad, mi cara se puso roja y una ligera capa de sudor cubrió mi cuerpo.

—Se que no te agrada que trabajemos tan de cerca con La liga de Asesinos, pero Damián ahora necesita de nuestra ayuda, somos su familia y como Dick y yo te ayudamos una vez, debemos ayudar a este chico—Sus palabras reconfortantes sirvieron un poco, aunque no dejaba de sudar y la inquietud seguía, me sentí un poco segura.

Bruce tenía razón, el aún era un niño, yo solo era un par de años menor cuando decidieron acogerme en su casa, La liga es lo único que ha conocido, pero mis mayores temores, que creí enterrados dentro de mi hace ya mucho tiempo, salieron a flote, ahora el miedo que me inundaba a diario cuando era apenas una niña, amenazaba con salir.

Pase la mano por mi frente y por sobre mis labios para limpiar el sudor que se acumulaba ahí, le dije a Bruce que iría a mi habitación a dormir, aunque haya mentido, subí al elevador y en un par de minutos ya estaba en la mansión, Alfred me encontró a mitad del camino con una bandeja de plata, te y tazas de porcelana.

—¿Se encuentra bien señorita Astrid? la encuentro algo pálida.

—Estoy bien Alfred, solo necesito dormir—Salí de ahí lo más rápido que pude, intentando verme no muy grosera, pero necesitaba llegar a mi habitación y despejar mi mente.